Estos últimos días hemos podido leer múltiples noticias sobre las pésimas comunicaciones ferroviarias existentes entre la capital de la provincia y la departamental. Nada nuevo bajo el sol. Además, nueve alcaldes del eje que transita la línea se reunieron para exigir una mejor conexión de tren entre A Coruña y Ferrol, y "casualmente", el día 20, la Xunta anuncia que adjudica el contrato de los estudios de alternativas para mejorar la línea ferroviaria Ferrol-A Coruña.

La Xunta de Galicia, a la que corresponde la defensa del interés de los ciudadanos gallegos ante el Gobierno de España, se halla en el origen de que la comarca del Golfo Ártabro lleve más de quince años mareando la perdiz sobre la futura línea de altas prestaciones (250 kilómetros por hora, como parte que es del Eje Atlántico) que debe unir Coruña con Ferrol. También es el principal agente de que la comunicación ferroviaria entre las dos mayores ciudades, Ferrol y Coruña, no disponga de servicio útil para los ciudadanos y de que no se hayan implantado servicios de cercanías entre Betanzos y Coruña o entre Betanzos y Ferrol.

Ahora bien, la Xunta, en un ejercicio de doble personalidad como Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, lo mismo proclama que "carece de competencias" en ferrocarril, que contrata Estudios para mejorar una línea dependiente de Fomento/Adif. ¿ En qué quedamos? Vamos por partes.

La infraestructura. Ferrol y A Coruña están separadas (no unidas) por dos líneas de ferrocarril, una de A Coruña a Betanzos-Infesta de 26,5 kilómetros, circulable a velocidad media máxima de 90 kilómetros por hora (18 minutos) y otra desde ésta última a Ferrol de 43 kilómetros circulable a 80 kilómetros por hora (33 minutos) con un total de 69 kilómetros. Todo ello tras haber invertido la marcha en Betanzos-Infesta, que penaliza el tiempo en cuatro minutos. Total mínimo de tiempo: 55 minutos. El recorrido alternativo por autovía AP-9 se queda en 48 kilómetros, pudiéndose circular a 120 kilómetros por hora, con lo que sólo se necesitan 25 minutos para el viaje. Conclusión: la ruta ferroviaria Ferrol-A Coruña no tiene futuro salvo que se construya una nueva línea como estaba previsto (930 millones), o bien se invierta en la mejora de su trazado actual (380 millones).

Los servicios ferroviarios. En la situación actual no deben mezclarse los servicios "rápidos", unos ocho al día, por sentido, que se pueden alcanzar (55 minutos) entre Ferrol y A Coruña, realizando sólo dos paradas en Pontedeume y Betanzos, con los servicios de Cercanías que se deben implantar entre Betanzos-A Coruña (unos doce al día por sentido) y Betanzos-Ferrol (unos seis al día por sentido), con trenes distintos y a diferentes horas, para dar servicio a trabajadores y estudiantes los días laborables, que exigen paradas en todas las estaciones, reponer los apeaderos cerrados estos años atrás, así como la construcción de otros nuevos (con aparcamientos disuasorios) en las zonas residenciales que se han ido poblando. Estos apeaderos son baratos ya que solo necesitan andén lateral, una marquesina e iluminación.

En ambos aspectos: infraestructura y servicios, la Xunta de Galicia, arropada por los principales Concellos de A Coruña y Ferrol, tiene la llave para solucionar ambos problemas. Pero lo acontecido estos diez/doce últimos años nos baja a la realidad y concluimos que "No quiere". No tiene voluntad de mejorar la línea y mucho menos de exigir una nueva como entre Ourense-Santiago y Coruña y Vigo. Pero lo que sería mucho más sencillo y prácticamente no necesita inversión es la exigencia a Renfe de la explotación racional de la conexión Ferrol-Coruña, con servicios rápidos directos y la implantación de cercanías, tampoco lo ha querido gestionar.