Los padres de un niño que padece autismo han llevado a la Consellería de Educación ante los tribunales por denegarle sistemáticamente las adaptaciones que sostienen que el pequeño necesitaba al estudiar uno de los cursos de Primaria en un colegio de la ciudad. Los familiares reclaman al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que imponga al Ejecutivo autonómico el abono de más de 50.000 euros en concepto de responsabilidad patrimonial por mantener al niño en el centro, que es de escolarización preferente, en unas condiciones "que no podía gestionar". El alto tribunal gallego acogió ayer la vista, en la que testificaron la orientadora del colegio y la tutora del niño, así como los peritos de cada una de las partes. Los expertos aportados por la Xunta achacaron la "desestabilización" que sufrió el pequeño durante el curso 2013-2014 al fallecimiento de su abuela, en mayo de 2013. Esa explicación fue rechazada por los peritos de los demandantes, quienes descartaron que el fallecimiento de su familiar fuese la causa de la ansiedad que sufrió el menor al inicio del curso, en el mes de septiembre, pues la reacción se produciría "a corto plazo".

Además, los padres del niño aportaron los informes elaborados por el equipo de orientación específico de la Xunta en los que reflejaban, en enero de 2014, que la situación del aula era "emocionalmente negativa", tanto para el pequeño que padece autismo como para el resto de los alumnos de esa clase de Primaria del colegio. Los peritos de los demandantes subrayaron que el estado del menor fue originado por el cambio de docentes en ese curso, a los que acusan de no saber gestionar emocionalmente el aula. "Mi hijo era el más vulnerable de todos y la respuesta ante esa situación se acentúa", explica la madre del pequeño, quien recalca que durante ese curso escolar le retiraron a su hijo el sistema de comunicación, algo que fue reconocido por la tutora y orientadora del centro durante la vista celebrada ayer. El sistema consiste en un dispositivo electrónico similar a una tableta con imágenes que ayudan al niño a comunicarse. Uno de los informes médicos aportados por los padres del menor especifica que resulta "evidente" el "empeoramiento clínico" del niño desde los cambios en el aula.