El estudio municipal sobre el estado actual del Palacio de la Ópera de A Coruña estima en más de dos millones de euros las reparaciones necesarias para solventar las patologías que padece el edificio. Es una cifra estimada que ofrece la empresa redactora del informe, Eptisa, basándose en cómo estaba el inmueble en febrero de este año. En sus conclusiones, apunta a que tiene "deficiencias subsanables derivadas de su falta de mantenimiento". Según el contrato de adjudicación, es la empresa concesionaria del inmueble -propiedad del empresario José Collazo Mato- la que se tiene que hacer cargo de las obras, ya que, una vez que expire el acuerdo, debe devolver al Concello las instalaciones en un estado similar al que le fueron entregadas.

El Gobierno local y Comar, a través de la Sociedad para el Fomento y el Desarrollo Turístico, que es la empresa adjudicataria del contrato, empezaron a negociar el año pasado la posibilidad de rescindir la concesión -que acumula 9,5 millones de pérdidas desde 2012- y que sea el Ayuntamiento de A Coruña quien gestione el inmueble directamente, aunque todavía no han llegado a un acuerdo.

Fuentes municipales indican que la Concejalía de Culturas está en "contacto permanente" con Comar y que, después de que se le remitiese el informe de Eptisa, le recordó "la obligación de las reparaciones que debe acometer en calidad de adjudicatario de la gestión del inmueble". Desde el Gobierno local indican también que ambas partes mantienen conversaciones en las que profundizan en el proceso de "evaluación de las actuaciones previstas, así como de los costes que tienen y las intervenciones necesarias" en el inmueble.

El informe de Eptisa distingue en su presupuesto orientativo las obras "imprescindibles por patologías importantes", que valora en 479.722 euros, de las "necesarias por patologías leves", que ascienden a 929.938 euros. Esta cifra se convierte en más de dos millones de euros después de sumarle tasas e impuestos, aunque es solo un presupuesto estimado.

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El informe sobre el Palacio de la Ópera detecta deficiencias por "falta de mantenimiento"

En el apartado de obras imprescindibles, el informe se centra en tres puntos: la limpieza y reparación de la cubierta, de las azoteas y los sumideros, de los que detecta que parten los problemas de filtraciones y humedades que aquejan al edificio. El estudio mete en esta categoría también la retirada de los candados que impiden la utilización de las salidas de emergencia. De no acometerse estas obras "a corto plazo", los técnicos de Eptisa alertan de que se deteriorará el Palacio y que estas deficiencias podrían derivar en "patologías graves" que lleguen a comprometer la "seguridad del edificio" y de sus usuarios.

Las reformas "necesarias por patologías leves" se centran en elementos del exterior del inmueble, como la limpieza de los grafitis y la reparación de las rejas, pero también en el interior, y propone el cambio de las butacas, que no se han sustituido desde su montaje, en 1989, también el de las luces, la reparación del alicatado de los baños y la puesta a punto del suelo del auditorio, entre otras actuaciones.

El Concello y el Consorcio para la promoción de la música pagan a la concesionaria 850.000 euros anuales para que la Orquesta Sinfónica de Galicia pueda utilizar las instalaciones 200 días al año.

El director de la formación, Dima Slobodeniouk, explicó en este diario algunos de los problemas que sufre la OSG al trabajar en una "casa" que, asegura, "está al borde del colapso" por la falta de mantenimientoDima Slobodenioukproblemas OSG . En la lista de problemas que pone la formación encima de la mesa está, inevitablemente, la acústica, ya que, a pesar de su nombre, el Palacio de la Ópera no fue concebido para albergar conciertos ni representaciones sino exposiciones y congresos. Slobodeniouk alerta de que sufren un problema de seguridad, ya que "han robado instrumentos" y de que la orquesta está sobre un "foso muy fino, sujeto por varillas" que define como "muy peligroso" además de molesto, ya que, cuando un solista está a su lado y se mueve, el suelo chirría. Pero ¿por qué se quejan ahora los músicos del estado del Palacio de la Ópera si lleva sonando mal desde el primer día? El maestro lo tiene claro: "Se agotó la paciencia", ya que, con el paso de los años, el edificio ha ido a peor y su degradación no se frenará sola y señalan a la concesionaria como la responsable del mantenimiento. Slobodeniouk apunta también a que "no hay control de la temperatura en el edificio" y que eso "afecta a la afinación de los instrumentos", así como que el agua de los baños del camerino y de otras dependencias "sale marrón".

El informe de Eptisa recoge otras actuaciones en el Palacio de la Ópera, que no están presupuestadas, pero que considera que se deben acometer porque pondrían solución a "deficiencias funcionales", entre ellas, las mencionadas por el director sobre el escenario, la acústica y la climatización, pero también la accesibilidad, ya que no es fácil que las personas con movilidad reducida puedan hacer uso del edificio. Eptisa recomienda acometer la renovación de los dispositivos antiguos de megafonía e iluminación, así como los montacargas y ascensores, para facilitar el ahorro energético.