Francisco "Pancho" Pillado Maior ha sido reconocido hoy por la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña como Republicano de Honor 2017 tras su trayectoria como "abanderado de una cultura ahogada". El presidente de la Comisión, Fernando Souto, ha explicado hoy las actividades programadas en torno al Día de la República, con un homenaje especial al hombre que él conoce como Pancho Pillado.

"Un día dijo: 'hay que popularizar el elitismo'. Es una paradoja que compartimos plenamente", ha comentado sobre la figura de un hombre que define como "un poliedro inmenso, divulgador, investigador y abanderado de una cultura ahogada".

Se trata de un "gallego universal" que ha hecho "una aportación determinante para el país" y ha sido "fundamental en la construcción de este país -en referencia a Galicia- en los últimos cuarenta años".

"Enseñó a mucha gente a amar a Rosalía, a Kafka, a Valle-Inclán, pero también a Mozart y a Beethoven. Es uno de los imprescindibles, es bueno y generoso, es un hombre de acción, es un verdadero capitán redondo que viste chaleco de raso, en versos de García Lorca. Es para nosotros el sol rojo que se acuesta en el faro y que siempre nos ilumina", ha continuado.

Pillado Maior será recibido en el Ayuntamiento de A Coruña, la Diputación y la Universidad entre los días 17 y 21 de abril, cuando además impartirá una conferencia en la Real Academia Galega.

El homenajeado ha confesado que cuando le comunicaron el reconocimiento se emocionó mucho porque "es el reconocimiento a toda una vida". "Nací en 1941 en plena represión fascista y en plena Guerra Mundial, viví una infancia llena de silencios, llegué a republicano no por una cuestión genética, sino porque me lo fue marcando mi ambiente, mi círculo, siempre vinculado al mundo cultural y de izquierdas", ha comentado.

Respecto a la situación actual, cree que los avances hacia la "libertad" han sido muy positivos, con unos importantes cambios "en el plano social".

"Hoy afortunadamente hay escuelas mixtas. Nosotros estábamos separados incluso en el patio. El peor insulto que daban los profesores de religión era feminizar nuestros nombres", ha subrayado.

Nota que el gallego está en una situación "muy complicada" con pocos hablantes entre los jóvenes y "una pérdida grande de esa seña de identidad", por lo que reclama la normalización lingüística.

Demanda también mayor presencia del BNG, partido al que vota y que "no existe mediáticamente": "No se habla ni bien ni mal. No existe una fuerza propia y la gente no puede votar a lo que no existe mediáticamente", ha zanjado.