El Plan de Acción elaborado por el Concello se pone el objetivos a cinco años de reducir el nivel de ruido en la ciudad, pero tiene una estrategia a largo plazo que pretende cambiar el modelo de movilidad, de modo que la circulación de los vehículos se traslade del centro al perímetro; también que el transporte público gane peso, "como paso previo a la imposición de límites en determinadas zonas" y de la priorización del uso de la bici y de los peatones. Aboga también por un modelo de ocio nocturno compatible con el descanso de los vecinos.