Cierra la Zun de la calle Franja. Abre la Zun en Comandante Fontanes, a cinco minutos a pie. Es una mudanza, "un cambio en el ciclo de la vida". Así lo asume, sin la pena que ya le han confesado que sienten algunos de sus clientes habituales, Ana Fernández, la cocinera que lleva 23 años entre fogones preparando las populares hamburguesas de la Zun. Las seguirá cocinando, con pan de leña tradicional y carne "de primera calidad", en el local al que se traslada el negocio, una zona distinta con otro perfil de clientes y a los que servirá tapas y desayunos como novedad. El próximo domingo 16 será la despedida en la Franja; a finales de mes o a comienzos de mayo abrirá la nueva Zun.

Esta pequeña hamburguesería de 35 metros cuadrados echó a andar hace tres décadas en la esquina de la Franja con la calle Ángel en la que desde los años cincuenta su dueño tenía una taberna. Hace 23 años se lo alquiló a Ana Fernández y desde entonces sus platos han atraído a numerosos clientes de más de una generación. "Los adolescentes que al principio venían aquí con sus padres vienen ahora con sus hijas y algunas de estas, con sus novios", cuenta la cocinera.

Su marido, José Vallejo, empezó a trabajar en la Zun hace 18 años. Por ella pasaba todos los días la hamburguesa de la casa, la misma que estará en la carta de Comandante Fontanes; por él, los platos y las bebidas entre las mesas. Hace cuatro años alquilaron otro bajo en la Franja, al que llamaron El Puchero, con tapas y raciones. Ambos su fundirán en la nueva cafetería-hamburguesería Zun, con el mismo número de teléfono que ahora.

Ahora toca mudanza. Porque la Franja "ya no es lo que era", admiten. Y sobre todo porque el matrimonio, con muchas horas en cada negocio, quiere conciliar mejor su trabajo con la vida familiar.