La lucha contra el ruido en la ciudad se desarrolla por parte del Concello mediante medidas que tienen por finalidad reducir de forma directa la contaminación acústica, así como a través de otras cuya aplicación tiene efectos indirectos sobre este problema y que se llevan a cabo a través de las políticas de movilidad y de urbanismo. A continuación se detallan las formas en las que se actúa en este campo.

EControl de los niveles. Siete estaciones configuran la Red de Vigilancia de la Contaminación Acústica, mediante la que el Concello mantiene un control continuo sobre el volumen de ruido que se genera en la ciudad, en especial sobre las zonas donde se generan más molestias debido al tráfico, los establecimientos de ocio nocturno o las actividades industriales.

EControl de ocio nocturno y el 'botellón'. La Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica establece que los locales donde se difunde música deben contar con un sonógrafo que registre de modo continuo los niveles de ruido, de forma que puedan ser inspeccionados por los técnicos municipales. Otra medida es la fijación de una distancia mínima de 25 metros entre establecimientos, así como la declaración de Zona Acústicamente Saturada al barrio de Orzán-Socorro, donde también se aplicó un plan de mejora para evitar la apertura de nuevos locales, facilitar ayudas para mejorar el aislamiento acústico de las viviendas y reformar los locales de forma que generen menos ruido. En el resto de zonas de ocio nocturno se aplica un plan preventivo. Para evitar las molestias del botellón, el Concello creó las Zonas de Especial Protección de Ciudad Vieja, Santa Catalina y plaza del Humor, en las que se prohíbe la concentración de personas entre las 22.00 y las 08.00 horas.

EPlanificación urbanística. El Plan General de Ordenación Municipal contiene por primera vez un Informe de Sostenibilidad Ambiental, una Memoria Ambiental y un plan de indicadores con los que se establecen los parámetros que deberá tener en cuenta la política municipal para desarrollar la ciudad en el futuro, entre los que figuran los referidos a la contaminación acústica.

ETransporte público. La estimación de que el 80% del ruido que se soporta en las ciudades procede del tráfico lleva al Concello a potenciar el uso del transporte público como alternativa al vehículo privado. Durante el pasado mandato municipal se implantaron vías prioritarias vigiladas para favorecer el paso de los autobuses como alternativa al carril bus, sistema que pretende recuperarse en las vías preferentes, como Juan Flórez, que es además una de las que padece mayor contaminación acústica. También contribuye a reducir el número de automóviles el Plan de Transporte Metropolitano de la Xunta, que permite la llegada en bus de viajeros de la comarca, al que se sumará el Plan de Accesibilidad del Transporte Interurbano, que llevará los buses del área metropolitana al centro.

EMovilidad peatonal. La ampliación del número de calles peatonales, que hoy suman 9,2 kilómetros de extensión, es otra medida que impulsa el Concello. junto el ensanchamiento de aceras, el ajardinamiento y la reducción de la velocidad de los vehículos.

ECreación de zonas 30. Adormideras fue en 2005 la primera zona en la que se redujo la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora. Desde entonces se han sumado otros barrios de la ciudad con intensidad de circulación inferior a 6.000 vehículos al día con el fin de disminuir las molestias causadas por el tráfico.

ESendas peatonales. La creación de itinerarios que favorezcan la circulación de los viandantes por la ciudad es otra iniciativa del Concello, que tiene en proyecto el Camiño do Vixía en Monte Alto, los bordes de la avenida de Alfonso Molina y la reordenación de La Marina para mejorar el paso de peatones y bicicletas.

EMovilidad ciclista. La ciudad dispone hoy en día de 17,7 kilómetros de carril bici, aunque inconexos. El Concello pretende crear nuevos itinerarios desde el centro al puente de A Pasaxe y el campus universitario, así como potenciar el servicio municipal Bicicoruña, que en la actualidad cuenta con 22 estaciones en las que se pueden recoger las bicicletas.

EAparcamientos disuasorios. Lonzas es por el momento el único punto en el que los conductores pueden dejar sus vehículos en el extrarradio para tomar el transporte público o compartir el coche con otras personas para evitar circular por el centro.

EEducación ambiental. El programa municipal O aire que nos rodea, en el que participan casi 6.000 escolares al año, cuenta con un apartado dedicado a la contaminación acústica.

EInformación ambiental. El Concello facilita de forma continua a los ciudadanos el acceso a los datos sobre contaminación acústica y los mapas de ruido mediante una página web específica.

EPatrulla Verde . La Policía Local cuenta desde 2006 de una patrulla especializada en la vigilancia ambiental, para lo que cuenta con medios técnicos avanzados que le permiten efectuar controles.