La polémica surgida en la ciudad por la ausencia de protección en el muelle de la dársena tras las dos muertes por ahogamiento ocurridas en ese lugar el mes pasado no debió llegar a los oídos del grupo de adolescentes que el pasado fin de semana disfrutaba del buen tiempo sentado en ese lugar. A solo medio metro del borde del muelle, varios de los muchachos conversaban con sus compañeros con despreocupación, aunque también hay que destacar que ninguna de las numerosas personas que circulaban por el lugar se rasgó las vestiduras por su actitud o les llamó la atención sobre la peligrosidad de su actitud.