La fuerte oposición vecinal recogida ayer en el barrio por los concejales Silvia Cameán y Xiao Varela a la instalación en Eirís del proyecto Mi Casita llevó al Gobierno local a anunciar allí mismo que la próxima semana comunicará su decisión definitiva sobre esta iniciativa del Hogar de Sor Eusebia. Los ediles tuvieron que hacer frente a la indignación de los más de tres centenares de residentes que abarrotaron el salón de actos del centro cívico, donde iba a desarrollarse la reunión, que finalmente se realizó en plena calle ante las protestas de quienes no podían acceder al recintoprotestas .

Fue el propio presidente de la asociación de vecinos de Eirís, Jesús Prado, quien invitó a los asistentes a salir al exterior para que todos pudieran escuchar a los concejales, cuya rápida reacción y la de los técnicos de sonido hizo posible trasladar el acto a la puerta del centro cívico, donde hubo que cortar el tráfico para garantizar la seguridad de las personas. Cameán y Varela escucharon los argumentos de los vecinos para oponerse a Mi Casita y trataron de justificar las razones de la elección de la parcela del parque de Eirís para desarrollarlo, aunque cada una de sus intervenciones fue seguida de abucheos y de palabras de desaprobación.

De nada sirvió que el concejal de Rexeneración Urbana explicara a un vecino que no es posible llevar este proyecto a Bens, en terrenos del Hogar de Sor Eusebia, porque están dentro de la zona de afección de la refinería, en la que no se permiten nuevas construcciones. Su explicación fue acogida como un intento de engañar a los asistentes, quienes rechazaron cualquier tipo de aclaración sobre cuestiones urbanísticas.

Tampoco Cameán pudo convencerles de que fue el Hogar Sor Eusebia el que se decantó por Eirís por su interés en construir Mi Casita cuanto antes, ya que las otras ubicaciones requieren cambios en el plan general que lo demorarían. "Vinimos a que nos ayudaran a tomar una decisión", proclamó Xiao Varela para exponer cuál es la actitud del Gobierno local ante este proyecto, mientras que la edil de Xustiza Social fue reprobada por los asistentes cuando recordó que Mi Casita no es una actuación del Concello.

Manuel Vilaboy, expresidente de la asociación de vecinos, fue quien sintetizó de forma más eficaz el sentir de los congregados. Tras afear al director del Hogar Sor Eusebia, Diego Utrera, por haber llamado "fascistas" a los residentes a causa de la reunión celebrada la semana pasada en el barrio, manifestó: "Hay que buscar una solución para esa gente, pero a lo mejor Eirís no es la solución". En su intervención, recordó el trauma vivido por el barrio con la expropiación para construir el parque, ya que no se compensó a los afectados en la forma que se había prometido.

"No tenemos la garantía de que dentro de unos años monte allí otra cosa. ¡Ya escarmentamos!", advirtió sobre la iniciativa del Hogar Sor Eusebia, de la que dijo que debe estar en un lugar despoblado como la de carácter similar existente en Barcelona que se ubica en la Zona Franca. Vilaboy recordó que el centro asistencial de la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga está en A Grela y que el Concello dispone allí de terrenos, así como en el paseo de los Puentes y en el centro asociativo García Sabell, situado en el polígono de Elviña.

Mariló Fernández, presidenta de la Asociación de Comerciantes de Eirís, Castrillón y Monelos, aseguró que los vecinos de esos dos últimos barrios también rechazan el proyecto y reprochó al Gobierno local que no consultara a los residentes antes de elegir esta ubicación. El traslado a Eirís de antiguos habitantes de Penamoa fue mencionado por varios vecinos, como el que comentó que "viven en el barrio dentro de pisos como si fueran chabolistas".

"¿Por qué de nuevo en Eirís? ¿O es que el resto de la ciudad no es solidaria?", se preguntó uno de los asistentes cuyas palabras recibieron aplausos de aprobación de los congregados antes el centro cívico.