"Quiero seducir a cualquier votante moderado y si es del PSOE no me importa"

- ¿Está el PP de A Coruña desmovilizado?

-Este último mes está más movilizado de lo que estaba. Aun así, tiene que movilizarse más. Era una de las cosas que era importante que surgieran con el congreso. Lo que vino a hacer es unir y dar un impulso para coordinar todas las acciones que en el partido y el grupo municipal tenemos que llevar adelante.

- ¿Por qué se desmovilizó?

-Le ocurre a todos los partidos que pasan por una circunstancia igual que la nuestra. Todos los partidos, incluido el PSOE, que no se ha recompuesto desde 2009, tienen una especie de parón, un momento del duelo en el que pasas por todas las facetas, incluido el cabreo, hasta que al final acabas intentando recomponerte. Ahora no se puede perder ni un minuto más.

- Militantes han achacado esta desmovilización al desapego del Gobierno de María Pita del PP con la agrupación en la ciudad.

-Creo que no se perdió ese vínculo. Estando en el gobierno había una figura, el alcalde, que no era el presidente de la agrupación pero tenía un liderazgo definido que reconocían todos. Después de ese periodo, el grupo municipal, con una labor extraordinaria, cogió las riendas en cuanto a ser representación de denuncias y protestas. Era el único visible y el partido tenía un papel secundario. Esta distancia entre el partido y el grupo municipal ha de desaparecer, no puede seguir así.

- ¿Cómo va a poner la maquinaria a funcionar?

-Lo que más me preocupa es recuperar el pulso de la calle, el que teníamos cuando estábamos en María Pita y antes en la oposición. Lo importante es que nos conozcan, acercarnos a donde están para poder escuchar. A la asociación de comerciantes, a un panadero, no afiliados... para estar donde están y luego construir un proyecto de ciudad.

- ¿Por qué perdió ese pulso?

-En el PP somos gente muy comprometida y al llegar a un gobierno damos el 120% para sacar las cosas adelante. Y a veces no nos damos cuenta de que tendríamos que tener más presencia en la calle.

- ¿Es duro ser del PP con la que está cayendo?

-La situación es desagradable. Y tengo palabras peores. Una de las cosas que más te puede repugnar es que un compañero de tu formación use a la institución y al partido para cualquier otro fin que no sea dar servicio público a la gente. También es obligación de las personas que formamos parte de esta noble actividad de la política, la más noble que hay, dar la vuelta a la tortilla.

- ¿Es difícil de defender la gestión propia al saltar estos casos?

-Qué va, sobre todo cuando tienes la conciencia tranquila y cuando puedes demostrar que "yo con ese señor no tengo nada que ver ni lo quiero a mi lado".

- ¿Y no tiene consecuencias en los apoyos que puedan reunir?

-Me queda la esperanza de que no. Hemos ganado tres veces por mayoría absoluta en la Xunta viviendo todo tipo de episodios de crisis económica y vinculadas a la corrupción. El presidente no ha mentido nunca ni dado sorpresas. Si eso ha ocurrido, se puede.

- ¿Influyó la corrupción en el PP la derrota de Negreira?

-Pues creo que influyó más ese día a día, el trabajo de hormiguita y, como hablábamos, la desconexión de la calle. Negreira lo que hizo fue trabajar duramente por su ciudad y es su única culpa, entrecomillada.

- Cuatro concejales perdidos son muchos...

-Está claro que hay que hacer un análisis, que ya se ha hecho, la principal conclusión es que no supimos estar donde teníamos que estar.

- ¿Es una decisión de Feijóo que usted esté en este punto?

-Es decisión de Beatriz Mato con Fernando Expósito, mi marido.

- ¿Podría haber dicho que no?

-Es que no me hizo la pregunta. Cuando analicé la situación en la que se encontraba A Coruña, sintiéndola como la siento, creía que podría aportar. Lo que veo me escuece. Me horripilan los baches en la plaza de Pontevedra, las pintadas de Pescadería, que parece el Bronx, me parece que está sucio hasta el paseo, que lo corro todas las mañanas? Fue lo que me hizo decirle a mi marido "este paso lo debo dar".

- Alguien le diría "preséntate".

-Si lo digo es que va a quedar fatal? me lo decía la calle. Y te podría decir nombres, pero quedaría fatal también. Desde hace unos meses, cuando iba por la calle, me decían "vente para aquí".

- ¿No era la adecuada Rosa Gallego para liderar el proyecto?

-Yo he optado a la presidencia, Rosa podía optar también. Desde luego yo no voy a decir que otro afiliado no sea adecuado. Los afiliados ahora ya han hablado. Todos teníamos la posibilidad de presentarnos y de intentar liderar un proyecto. Y también digo que tras decidirlo lo hablé con ella para decirle que es esencial en el PP de A Coruña.

- Una portavoz, la otra candidata, ¿riesgo de bicefalia?

-Absolutamente convencida de que no. Como no la hay con Alberto Núñez Feijóo y Pedro Puy.

- Le dijo a López Veiga cuando la entrevistó para ser delegada de Pesca que no distinguía "una merluza de un abadejo". En política municipal, ¿qué nota tiene?

-Voy a ser modesta pero el aprobado lo tengo. Me pongo un seis, que me viene de 23 años de partido en la ciudad, de un seguimiento estrecho cuando estuvo en María Pita y como vecina. Me falta el cuerpo a cuerpo, estar en María Pita.

- ¿Qué votos del pastel de 2015 quieren para ustedes?

-En 2015 muchos nuestros no nos votaron y no votaron a otros. Lo que quiero es que vuelvan a salir a la calle. Y también, por qué no, seducir a los que no van a tener posibilidad de representación o no la tuvieron, como los más de 3.000 de Ciudadanos. Y cuando hablo de seducir, quiero hablar con los no politizados o los politizados que no son de mi partido. Incluso a esos les pediría que miraran bien nuestro proyecto. Invito a que reflexionen si mereció la pena este gobierno, que el PSOE le regalase la ciudad.

- Seducir al voto de PSOE.

-A cualquier votante moderado y si es del PSOE no me importa.

- ¿Ve tan cerca al PSOE coruñés como para pactar?

-No se trata de dialogar por dialogar ni pactar por pactar. Y lo que necesito primero es saber con quién se puede hablar y a día de hoy me parece imposible. Yo tengo toda la voluntad del mundo para sentarme a hablar con el PSOE, siempre y cuando eso signifique que podemos hacer algo bueno para la ciudad. Pero mi objetivo es no necesitar al partido socialista para nada.

- ¿Ve a la Marea un rival débil?

-Por supuesto que no. Está gobernando, eso es suficiente para saber que es un rival con contenido? bueno, con sustancia, con contenido no porque en dos años no han demostrado nada. Pero evidentemente es un rival a tener en cuenta. Han defraudado a sus votantes. Y mucho. Desde la perspectiva del respeto al sistema, de la lealtad institucional, de la ejecución presupuestaria y de programas, han sido cero.

- ¿Pisos en los muelles sí o no?

-Es el debate más serio que tenemos ahora. Y debería de hacerse de una manera inminente, transparente y con capacidad de decisión. Estamos hablando del futuro de la postal de nuestra ciudad. Pero también estamos hablando, y esto lo olvidan en María Pita, de administraciones. Yo creo en el sistema. Hay un convenio que si se quiere modificar, tiene que hacerse con diálogo transparente. No se trata de sacar a la gente a la calle ni de hacer una cosa con la mano derecha y otra con la izquierda. El desarrollo que ahí se haga, cuanto más consensuado, mejor. Todos queremos disfrutar de los muelles. ¿Tiene que haber pisos? Lo que tiene que haber es vida.

- ¿Vida es vivienda?

-Lo que tiene que ser se tiene que estudiar. Los grandes desarrollos en ciudades significadas como Bilbao, marcaron un antes y un después. En Bilbao se vendió para el Guggeheim, zona verde, empresas?

- Y viviendas?

-Y viviendas. No ha sido malo para Bilbao, como ocurrió en Sídney, Malmö y muchas ciudades. Demonizar algo es demagógico.

- Ría 2000 es una sociedad anónima de capital público para la regeneración de la ría y entre sus accionistas están la Diputación y el Gobierno vasco. ¿La Xunta debe implicarse económicamente?

-Yo desde luego como miembro del Gobierno de la Xunta estaría dispuesta a estudiar un modelo que se me presente si fuera similar a ese. Pero que se me presente, porque a día de hoy no se ha hecho.

- Cuando el Concello propuso comprar la Solana la apoyó, ¿por qué votó después a favor de retomar la subasta?

-La propuesta municipal me pareció lo más razonable. El problema es que no puede paralizarse sine die. Si ellos están parados, los demás no. Si le das seis meses para que te haga llegar su oferta para poder firmar un acuerdo de compra y no lo hace... no podemos estar así 5 años.