Cuando fallan las administraciones y las instituciones, siempre queda la sociedad civil. Y son los más jóvenes los que se han movilizado en defensa del patrimonio y del que es uno de los conjuntos naturales y artísticos más singulares de España: O Pasatempo. Decenas de personas acudieron la semana pasada al acto reivindicativo y cultural programado por la plataforma vecinal para salvar el parque enciclopédico que alumbraron los hermanos García Naveira.

Fue una convocatoria para "buscar la inspiración, disfrutar, dibujar, fotografiar, cantar, descubrir, jugar, pasear... llenar el parque", explica Ángel Arcay, un joven integrante del colectivo vecinal. Y la gente respondió. Acudieron muchísimos jóvenes, familias enteras, un adolescente del brazo con su abuela, parejas mayores... A mediodía aún eran pocos pero de repente, a partir de la una, el parque se llenó con gente procedente de los más diversos lugares. También brigantinos.

"Yo vengo una vez al mes. Para algo bonito que hay...", señala Salomé Miragaya, de Coirós, que acaba de cumplir de 16 años y viene acompañada de su hermana Rebeca y otras amigas de Betanzos: Marta Fernández, Verónica Mosquera y Laura Fidalgo.

Marta fue la envidia de muchos visitantes: acudió con el libro El Pasatiempo. El capricho de un indiano, de Ediciós do Castro, editado en 1992. "Ese libro está genial, hace tiempo que lo busco, debe estar descatalogado. ¿Me dejas hacerle una foto a la portada?", preguntó un chico a Marta Fernández, que demostró sus dotes de guía y sus conocimientos de este parque. "Tenía el libro por casa y, la verdad, repasándolo siempre descubres cosas nuevas. Yo hace seis años que no venía y la última vez esta parte del estanque estaba cerrada, es la primera vez que vengo", señaló Fernández.

"¿La culpa de esto? De todos un poco, del Concello y del pueblo. Porque hay cosas que no se han roto por el paso del tiempo", explicó Verónica Mosquera. Todo este grupo de jóvenes acudió en apoyo de la iniciativa vecinal en defensa de este extraordinario patrimonio brigantino, un parque en distintos niveles en el que se pasa de relieves con dinosaurios al Canal de Panamá, el árbol genealógico del Capital, un estanque con isla y templete, un dirigible o paredes llenas de conchas marinas de todo tipo.

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Pasa el Tiempo & Draw demanda la recuperación del parque enciclopédico de Betanzos

"Estoy estudiando xilografía desde enero en el Centro de la Estampa, el CIEC. Yo soy de Burgos y estudio Bellas Artes en Salamanca. Vine aquí a dibujar esta parte del templete del estanque porque creo que es una pena cómo está esto. Yo no sabía que existía este parque y no creo que haya muchos de este tipo, y saber que era aún más grande en su origen, y en un sitio pequeño como Betanzos. Es un parque que aún conserva su esencia romántica", explica la joven Yolanda Santamaría mientras pinta una columnata del templete.

Al lado de Yolanda hay otros dos estudiantes del CIEC que también han venido a apoyar este acto reivindicativo dibujando, como Luis Yang de A Coruña que estudia Obra Gráfica. "La primera vez que vine fue el pasado septiembre porque me lo dijeron unos amigos y me llamó la atención que había partes inundadas, había zonas que no sabía si se podía entrar o no, grutas... Me extraña que no esté más señalizado. Me parece estupendo que se quiera recuperar. Teniendo en cuenta que parece que no tiene ningún mantenimiento, aún no está muy mal", resaltó Luis.

Es una de las quejas que más destacaron los visitantes. La falta de paneles explicativos sobre la historia del lugar, qué significa cada escultura, qué había en zonas hoy ya perdidas, cómo era originalmente el parque... información incluso del vergonzoso hecho de cómo se paró la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) o se expolió el parque, con esculturas que salieron a subasta en casas en Madrid. Los jóvenes no entienden cómo sus mayores han "pasado".

"Esto es una de las cosas más importantes a nivel de Europa", afirmó un chico a su novia al pasar junto a las esculturas de unas figuras a caballo.