La dificultad de encontrar un aparcamiento adecuado y el elevado número de estacionamientos indebidos encabezan respectivamente, a modo de diagnóstico, los capítulos dedicados a este apartado de la circulación de vehículos privados en la ciudad de los más recientes planes de movilidad que pasaron por la administración local: el que el Gobierno del PSOE y el BNG encargó al director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, Salvador Rueda; y el que el Ejecutivo del PP diseñó tras rechazar aplicar el que había propuesto el equipo de gobierno saliente.

Con estas dos exposiciones de la situación advertida por los redactores tras estudiar la movilidad en la ciudad, los informes plantean una serie de soluciones factibles con las que mejorar el estacionamiento, sin circunscribirlas, salvo excepciones, a barrios concretos. Son medidas que pasan por la construcción de nuevos aparcamientos subterráneos, como propone el plan de Rueda, o una gestión más eficaz de la ORA, apuesta resaltada por los populares cuando gobernaron. No son las únicas acciones consideradas; unas se pusieron en marcha, otras a medias, otras no.

ENecesidades de aparcamiento. El informe de Rueda se apoyó en datos municipales del periodo 2007-2011, con los que detectó una alta demanda de estacionamiento en una ciudad de entramados circulatorios complejos como es A Coruña. La modalidad más extendida es el aparcamiento libre, que fomenta en exceso el uso del coche privado. Con un censo en aquellos años de 118.600 turismos, 70.000 plazas de garaje de uso privado, 37.000 aparcamientos en calzada y 21.000 plazas municipales o privadas en superficie o subterráneos, el plan que deseaba implantar el bipartito incidía en reorganizar el estacionamiento en superficie y fomentar nuevas redes, como la peatonal y la ciclable.

E'Parking' regulado. El director de la agencia catalana entiende que el cobro por el uso del suelo urbano mediante parquímetros es un instrumento que incentiva la rotación constante de vehículos y soluciona el déficit de aparcamiento residencial. Propone por tanto la ORA en calles de alta concentración de coches (con la posibilidad de que el primer cuarto de hora sea gratuito) y también el pago de plazas para residentes para "facilitar la pacificación del viario". Estas modalidades, bajo la supervisión personal del cumplimiento de las condiciones de uso, se aplican en la actualidad, con un cambio de adjudicatario en la gestión del servicio de la ORA desde 2016, que incorpora novedades tecnológicas para proporcionar comodidades al usuario.

ESubterráneos. El plan director de aparcamientos que esboza Rueda prima la construcción de aparcamientos soterrados de uso público para residentes y foráneos. Descarta su localización donde haya gran concentración de redes de servicio ni bajo plazas duras o parques y los considera adecuados bajo calzada de red básica con anchura suficiente para dos filas de estacionamiento y carril central libre. Cuando el urbanista diseñó este plan se estaban construyendo los subterráneos de O Parrote, Mariñeiros y Marina Coruña; luego se añadió el de la plaza de As Conchiñas.

ESupermanzanas. Con este nombre diseñaba el plan de Rueda un proyecto de movilidad que llevaba al primer plano el uso del espacio público frente a la invasión del coche privado. Para A Coruña proponía una estructura de supermanzana piloto que englobaba el barrio de Pescadería y la Ciudad Vieja, donde, en lo referente al aparcamiento, se reducían al máximo las plazas ubicadas en el interior de estas zonas, en las que predominarían el transporte público -el único permitido en San Andrés- y la presencia del peatón y se fomentaría la bicicleta. Ni las supermanzanas ni el plan de Rueda convencían al PP cuando inició su mandato y enseguida elaboró otro, el PMUS.

EPlan de estacionamiento. El Plan de Movilidad Urbana Sostenible, presentado a comienzos de 2014, se planteaba que en diez años circulasen 10.000 coches menos por la ciudad. Calificaba de "endémico" el alto grado de estacionamientos indebidos (en doble fila, en zonas de carga y descarga, en paradas de autobús) y contra este vicio proponía un uso más eficiente de la ORA, con nuevos requerimientos para residentes; una mejor utilización de los subterráneos, con unificación de ofertas y tarifas; eficaces programas de educación y concienciación; planes específicos para eventos, como los partidos del Deportivo o las fiestas; y la reducción del aparcamiento en la Ciudad Vieja, que inició en una primera fase con restricciones y que el Gobierno actual aún no ha rematado.

EMejor ORA. Ante la finalización del contrato de la ORA en 2015, el PP propuso una nueva gestión con la ampliación del estacionamiento regulado a otras zonas: Ciudad Jardín, Paseo de los Puentes y Cuatro Caminos alrededor de las superficies comerciales y la estación de autobuses. Apostó por variar las tarifas, permitir el uso temporal de plazas de residentes en horario comercial y modificar las máquinas de pago para introducir la matrícula, medida esta que aplica la nueva concesionaria desde 2016 tras la prórroga del servicio de la anterior.

EBajo tierra. El PMUS apuntaba a los subterráneos, para los que proponía bonos unificados y modificar condiciones de las concesiones. Con el fin de mejorar la accesibilidad, sugería ascensores o rampas, movilidad entre espacios para facilitar maniobras o reserva de plazas por movilidad reducida. La mayoría de ideas no se materializaron.