La hermana de Lorena Láuzara tiene nistagmo horizontal, que es como se conoce al movimiento rápido e involuntario de los ojos, que le causa dificultades de visión y le hace cuesta arriba cuestiones cotidianas que la mayoría de personas dan por hechas. Por ejemplo, mirar la etiqueta de un producto en el supermercado. Inspirados por esta situación, Lara Medín, Iván Brea y la propia Lorena, alumnos de Gestión Administrativa del centro Nebrija Torre de Hércules, idearon una aplicación para el móvil que acaba de ganar un concurso en el que participaban estudiantes de toda España. El jurado distinguió al proyecto por su Responsabilidad Social.

Con ese punto de partida, lo diseñaron todo, desde la idea inicial, hasta un plan económico un y plan de marketing y de expansión en redes sociales. También elaboraron una versión demo, algo que no tenían otros competidores, explica la tutora del proyecto, Montse López. Lo bautizaron como IhelpU, una app tanto para personas invidentes como de baja visión. La aplicación reproduce por voz las características de productos de cualquier tipo, desde ropa a alimentos, pero también sería útil para la interacción en otras actividades como la visita a un museo. En el supermercado, por ejemplo, ofrece información como el contenido del producto, las calorías, si es apto para diabéticos, celíacos o personas con algún tipo de alergia...

Para ensayar la utilidad del sistema, hicieron una demostración de la aplicación en una pescadería y en una tienda de ropa. También en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de Labañou (Muncyt). Allí habían descubierto un personaje inspirador, la maestra ferrolana Ángela Ruiz Robles, doña Angelita, inventora de la Enciclopedia Mecánica, un libro de texto para los estudiantes al que se le podían añadir carretes con las distintas materia. Esta patente, de 1949, se ha reivindicado como precursora del libro electrónico. Al Muncyt volverán con su premio a poner en práctica la aplicación, contentos en el museo por los buenos resultados de una idea que lleva un pedacito de sí mismos.

"El principal objetivo era crear una empresa que formase parte de ese grupo de empresas que rompen barreras, ya que son conscientes de que las personas con discapacidad visual encuentran serios problemas para llevar una vida normal", comenta la profesora de este centro de formación concertado coruñés, ubicado en la plaza Ángel Ron Fraga. Por este compromiso social es que consiguieron destacar entre otros 16 proyectos seleccionados en toda España en un concurso para jóvenes emprendedores organizado por la Universidad de Nebrija de Madrid el pasado 27 de abril.

Y es que están convencidos, además, de que sería un producto con mucha demanda porque, explican, esta ayuda no es algo a lo que puede llegar todo el mundo en la actualidad. "Existen unos aparatos pero son caros, unos 200 euros, pero el móvil es algo que tiene todo el mundo a mano, solo sería bajarse una aplicación por tres euros al mes", explican, "y evitaría tener que echar mano de un familiar o de otro cliente".