Tras haberse realizado el año pasado en los alrededores de la Torre de Hércules, la segunda edición de Correcan se llevó ayer a cabo en el paseo marítimo, con la explanada del Palacio de los Deportes como origen y final de la prueba, que no tenía carácter competitivo y que se desarrolló tanto en forma de carrera como de caminata.

Cancoruña, la entidad organizadora, agotó los 500 dorsales que había puesto a la venta, a cinco euros para los adultos y a dos para los menores, aunque al término de la prueba aún no había calculado la recaudación obtenida, que va a destinarse a fines solidarios. La presidenta de la asociación, Elena Castro, prevé que los beneficiarios de esta iniciativa reciban bastante más dinero que el año pasado, en el que vendieron 362 dorsales y obtuvieron 1.626 euros, que además hubo que repartir entre seis entidades protectoras de animales. La Asociación Protectora de Animales Domésticos Abandonados del Noroeste (Apadan), Amigos de los Perros de Carballo y Baasgalgo serán las protectoras de mascotas que se beneficiarán de esta nueva edición de Correcan, que el próximo año podría ampliar el número de participantes "si hay suficiente seguridad en el circuito", según explicó Elena Castro.

"A la gente se le veía muy contenta y participativa", comentó sobre quienes acudieron a esta carrera en el paseo marítimo. Aunque reconoció que el circuito del año pasado en la Torre "está mejor porque no es tan duro como el asfalto", señaló que el del paseo "también se adapta muy bien a la prueba porque no es competitiva".

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Correcán 2017 en A Coruña

Correcan no solo pretendía obtener fondos para las asociaciones animalistas, sino también concienciar a la población sobre la necesidad de acabar con el problema de la saturación de los refugios "en su origen". "La gente debe pensárselo bien antes de tener un perro", comentó la presidenta de Cancoruña, quien añadió que otro de los objetivos de esta iniciativa es transmitir a los propietarios de perros el mensaje de que deben implantarles el microchip identificativo, ya que "un perro con microchip nunca va a quedar en un refugio".