Los comerciantes asociados de la zona de Cuatro Caminos impulsan entre los empresarios del sector la creación de una tarjeta o de un sistema que facilite el aparcamiento a los propios trabajadores del comercio local en el entorno de sus negocios y establecimientos en cualquier parte de la ciudad. La entidad comercial de la zona ha convocado mañana a otras asociaciones de la ciudad y a la Federación Unión Comercio Coruñesa (FUCC) para plantear posibles soluciones como respuesta a esta necesidad y trasladarle la reclamación al área municipal de Mobilidade.
La iniciativa pretende formularse "a nivel colectivo", señala el presidente de la entidad de comerciantes de Cuatro Caminos, Ramón Domínguez. Se suma por tanto a otras solicitudes similares hechas a título individual por otras asociaciones en los últimos años, aunque coincide, añade, con la reciente recepción de multas de estacionamiento y de la ORA correspondientes a cinco y seis años atrás a trabajadores de esta zona.
Una de las fórmulas defendidas por este colectivo es una tarjeta como la que permite el aparcamiento en zona verde solo a residentes, aunque los comerciantes insisten en que sea cual sea el recurso no quieren perjudicar ni a vecinos ni a clientes. Con Domínguez coincide Mariló Fernández, presidenta de la FUCC, quien vincula futuras decisiones a la asamblea de la federación y matiza que la propia federación está trabajando en un "plan de acción" que beneficie a comerciantes, vecinos y usuarios de los establecimientos en lo relativo a las plazas de aparcamiento. "Hay muchos factores que se tienen que tratar en el plan de acción y existe más de una alternativa diferente a las tarjetas de zona verde y hay que estudiarlas, aunque se tiene que respetar a todos los colectivos", comenta Fernández.
Las facilidades que demandan los comerciantes para disponer de aparcamientos para que su actividad no se vea perjudicada no son nuevas. Los grupos municipales de la actual Corporación alegaron en la modificación de la ordenanza de la ORA con la misma finalidad, dotar a los trabajadores del comercio local con un negocio en la zona de un permiso para aparcar en plazas de residentes. La petición chocó con el rechazo del Gobierno de Marea porque interpretó que, de ponerse en práctica, aumentaría la circulación en el centro urbano.
