Una ciudad con nombre de mujer, con una heroína, María Pita, que es emblema, santa laica y seña de A Coruña, pero una ciudad que celebra también la intercesión de una santa, la Virgen del Rosario, en el asedio de las tropas inglesas en 1589. Durante la mañana de ayer se celebraron dos actos, uno para cada una de estas dos mujeres que son ahora símbolos de la ciudad.

A María Pita le rindieron ayer homenaje los vecinos y con hilo musical de la Banda Municipal, y el Concello, con un discurso del alcalde, Xulio Ferreiro, en el que no faltaron las invocaciones a la construcción de un área metropolitana en la que María Pita, nacida y fallecida en Sigrás, sea, también sobre el papel, tan coruñesa como quien viva en la plaza que lleva su nombre.

"A nadie se le ocurre poner en duda el carácter coruñés de María Pita por este hecho [ser de Sigrás], como hoy se sienten coruñeses los habitantes de nuestro entorno, residan en Cambre, en Oleiros o en Arteixo", dijo el regidor municipal, que aseguró que los concellos implicados llevan "ya muchos meses" trabajando en el diseño de "los instrumentos institucionales que permitan abordar y planificar desde la coordinación y el consenso estrategias de movilidad, de crecimiento económico y de planificación territorial".

En su discurso, el alcalde hizo hincapié también en el saneamiento de la ría de O Burgo y en la "oportunidad histórica" de decidir qué va a pasar con los terrenos portuarios que serán liberados cuando su actividad se traslade a la dársena exterior de punta Langosteira. "Tenemos la oportunidad de demostrar lo que queremos que sea nuestro puerto. Si queremos potenciarlo para que siga produciendo riqueza y trabajo, como motor capaz de generar nuevas oportunidades de empleo y, al mismo tiempo, como nuevo espacio abierto al uso de todos los vecinos, o un terreno donde transitar por modelos caducos y fracasados, que corren el riesgo de de cuestionar el derecho a la ciudad", según comentó el regidor, que estuvo arropado por miembros del Gobierno local y también por concejales de PP y PSOE.

Pero María Pita era mujer y, como en aquel asedio de los ingleses, todavía no hay igualdad real entre mujeres y hombres, por lo que Ferreiro pidió implicación a todos los vecinos y a las instituciones para desarrollar "instrumentos legales y recursos que hagan que los derechos de unos y de otras dejen de ser diferentes por la mera condición de género". Inevitablemente, tuvo espacio también en el discurso la violencia machista y el fallecimiento del pequeño coruñés a manos de su padre el domingo, 7 de mayo.

"El cariño y el apoyo que estos días demostró toda la ciudad hacia la madre y su familia debe venir acompañado de medidas legales y de recursos económicos que permitan abordar desde todos los frentes las violencias machistas como lo que son, un problema social grave que nos afecta a toda la ciudadanía", comentó.

Por otro lado, la iglesia de los Dominicos acogió ayer la tradicional misa que agradece a la Virgen del Rosario su intercesión por los coruñeses en la batalla de 1589 contra los ingleses. A la eucaristía asistieron alrededor de doscientas personas. Sin representantes del Gobierno municipal, al igual que el año pasado, las primeras bancadas fueron ocupadas por miembros de la Asociación de Meigas de San Juan, de los Caballeros de María Pita, del Ejército y de la Corporación local, entre los que estaban los populares Rosa Gallego, Roberto Coira, Begoña Freire, Miguel Lorenzo, Martín Fernández y Lucía Canabal, y el socialista José Manuel García. La conselleira de Medio Ambiente y recién elegida presidenta del PP local, Beatriz Mato, también asistió a la eucaristía.

El presidente de la Cocina Económica, Alberto Martí, solicitó a la virgen su "protección" para que los coruñeses superen "las dificultades". Resaltó la capacidad "luchadora" de los residentes en A Coruña, a los que caracteriza "la solidaridad". Martí pidió a la patrona "un trabajo digno" para que los vecinos puedan "fundar hogares y tener medios para criar a sus hijos".