La Dirección Xeral de Mobilidade desestimó todas las alegaciones presentadas por el Comité Galego de Transporte por Estrada, que agrupa a todas las empresas de autobuses y a los taxistas, al Plan de Accesibilidade das Liñas Interurbanas ao Centro Urbano de A Coruña, que pretende entrar en servicio antes del verano. Según estos empresarios, esa iniciativa "carece de cierto rigor" y no ofrece un "trato equitativo" a todas las compañías cuyos vehículos accederán al centro.

Las condiciones impuestas por la Xunta llevan incluso a estas empresas a solicitar que la llegada al casco urbano se efectúe de modo voluntario por las que lo deseen ante la posibilidad de que no sea rentable para todas, a lo que el Gobierno gallego responde que no admitirá que esa decisión sea tomada "en exclusiva" por las concesionarias de las rutas metropolitanas.

Las alegaciones fueron aprobadas por 32 de los 46 miembros del comité que acudieron a la reunión celebrada el pasado 31 de enero, en la que quienes respaldaron el plan lo hicieron al entender que es beneficioso para los viajeros e imprescindible para la puesta en marcha de un transporte metropolitano. Pese a estas consideraciones, la mayoría de los asistentes manifestó que el plan excluye a líneas interurbanas que "satisfacen tráficos metropolitanos" y a otras que ya entran en la actualidad al centro para facilitar la movilidad de trabajadores, en especial las que cubren la ruta entre Santiago y A Coruña.

Una de las alegaciones reclamaba la revisión de los criterios de selección de las líneas que lleguen al centro, ya que estiman que no se aplicaron "de forma ecuánime" de acuerdo con su penetración por origen y destino, lo que a su juicio causa una "clara distorsión en el régimen de servicios". Para ilustrar este argumento, las empresas mencionaron los buses que proceden de Arteixo, A Laracha y Carballo llegarán a la plaza de Pontevedra si acceden por la avenida de Finisterre, mientras que su destino será Entrejardines si el acceso es por la carretera a los Baños de Arteixo.

Las empresas consideran que estas diferencias "causan confusión entre los usuarios" y que incluso pueden "retraerlos" a la hora de usar el transporte público, ya que la existencia de diferentes destinos "no facilita la intermodalidad".

La Dirección Xeral de Mobilidade desestima esta alegación con el argumento de que los criterios de selección de líneas son "equitativos" y que tratan de que llegue al centro "la mayor demanda posible", así como "impedir un acceso masivo de líneas interurbanas". El departamento autonómico admite que si durante la implantación de este sistema se aprecia algún "eventual efecto", podrían revisarse los criterios, pero "siempre bajo acuerdo de todos los agentes involucrados".

Otro de los aspectos del plan criticado por los transportistas es la ausencia de medidas para favorecer a los autobuses, como carril bus, restricciones al vehículo privado o aparcamientos disuasorios que permitan hacer el tráfico más fluido y garantizar el acceso al centro sin aumentar el tiempo de viaje. Las alegaciones también hacen referencia a la falta de conexión con la estación del ferrocarril y el bus al aeropuerto de las líneas que circulan por la avenida de Finisterre, así como que la ruta hacia Alvedro debe ser directa y no combinarse con la del hospital Abente y Lago. También se reprocha que el plan "nada dice sobre la futura estación intermodal" y cómo le afectará cuando esté en servicio.

Los transportistas echan de menos además que se mantengan las subvenciones al vehículo privado que supone la reducción del peaje de la AP-9 en A Barcala, que para ellos "desincentiva el uso del transporte colectivo y aumenta la congestión de las vías". Para mostrar este último efecto, recuerdan que el puente de Rande será ampliado ante el aumento del tráfico al quedar liberado de peaje.

Ante la suma de esos argumentos, para el comité "debe contemplarse como voluntario" para las empresas el acceso al centro, ya que para algunas de ellas o sus usuarios podría ser no interesante, en especial si para las compañías los costes de explotación que suponga esta medida no van acompañados de nuevos ingresos por el aumento de viajeros.

La respuesta de la Xunta a esta larga enumeración de carencias que se aprecian en su plan se limita a señalar que durante la fase de seguimiento se podrán "valorar y corregir posibles efectos negativos" y "mejorar/incrementar los positivos" derivados de la selección de líneas, pero que no se dejará en manos de las empresas la elección de entrar al centro o no.