El hombre que se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña reconoció haber intentado matar a un amigo de su hermano en agosto del año pasado cuando se disponía a entrar en su casa de la calle Ramón Cabanillas, en Os Mallos. El procesado lo apuñaló varias veces en plena calle porque estaba convencido de que se había aprovechado de su hermano fallecido, quien había cobrado una cuantiosa indemnización tras quedar parapléjico en un accidente de tráfico. La familia del joven que sufrió el siniestro se percató tras su muerte de que se había gastado prácticamente todo el dinero en fiestas en las que presuntamente participaba el hombre que fue apuñalado en Os Mallos.

El autor del navajazo aceptó ayer ser condenado por cometer un delito de intento de homicidio a tres años de prisión, a cinco años de libertad vigilada y a diez años de prohibición de comunicarse y aproximarse a la víctima, a la que indemnizó con 4.800 euros por los daños y las secuelas. El abogado del imputado, Diego Reboredo, llegó a un acuerdo con la Fiscalía antes del juicio, por lo que la vista no se celebró y el tribunal dictó sentencia en la sala. Los jueces tuvieron en cuenta las atenuantes de intoxicación etílica, pues el acusado estaba bajo los efectos del alcohol, y de reparación del daño porque ingresó la indemnización que demandaba el fiscal, que exigía seis años de cárcel. Su letrado solicitará que en lugar de tres años de prisión cumpla cinco en un centro de desintoxicación porque es alcohólico. Desde que sucedieron los hechos está en prisión preventiva.

El procesado admitió que se encontraba en una terraza de Os Mallos en compañía de una mujer cuando pasó la víctima, sobre las tres de la tarde del 16 de agosto de 2016. La vecina de A Coruña se acercó al denunciante para pedirle un cigarro y aprovechó para alertarlo de que su acompañante estaba "muy cabreado con él" y de que tuviese "cuidado" porque tenía "ganas de matarle".

El hombre decidió entonces regresar hacia su casa, situada en las inmediaciones, para "evitar problemas". Cuando se disponía a entrar en su portal, el condenado, que portaba una navaja abierta con una hoja de siete centímetros, lo abordó y, cuando se giró, "sin mediar palabra", le lanzó una puñalada al costado izquierdo, al tiempo que gritaba: "Te voy a matar, te voy a matar, a ti te voy a matar".

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Juicio por intento de homicidio en A Coruña

El imputado volvió a clavarle el arma blanca en la espalda, pero, cuando trataba de apuñalarlo otra vez, el afectado consiguió sujetarle la mano. Al verse agarrado, le propinó varios cabezazos y le mordió para que lo soltase. El herido fue auxiliado en ese momento por dos vecinos del barrio, quienes sujetaron al acusado hasta que llegó una patrulla de la Policía Local. Los agentes lo arrestaron e intervinieron la navaja que todavía tenía en la mano. Una de las personas que socorrió a la víctima le taponó las heridas, lo que "disminuyó el riesgo que para su vida supuso la acción del inculpado", subraya el fiscal. El hombre tardó 21 días en curar de las lesiones, tres de los cuales estuvo incapacitado para realizar sus tareas habituales. El sentenciado había consumido alcohol en el momento de cometer los hechos, por lo que tenía sus facultades intelectivas y volitivas "levemente afectadas".