Las políticas de Xustiza Social y, concretamente, la renta social municipal, fueron uno de los ejes centrales del proyecto de Marea. El pasado mes de agosto, el pleno aprobó de forma definitiva la nueva ordenanza para la prestación económica del Concello para personas en riesgo de exclusión social que no tienen acceso a la Renta de Integración Social de Galicia (Risga). Hasta diciembre no se otorgó la primera prestación, de la que fue beneficiaria una cubana nieta de gallegos y a inicios de mayo el número de receptores de la ayuda ya había ascendido hasta los 52. El Gobierno local también pondrá en marcha en los próximos días un albergue de baja exigencia para personas sin hogar en la zona de Orillamar.

Sin embargo, uno de los asuntos que ha estallado en las manos de la Concejalía de Xustiza Social en las últimas semanas ha sido la gestión del proyecto Mi Casita, una iniciativa promovida por el Hogar de Sor Eusebia con el objetivo de instalar un albergue con miniviviendas en las que ofrecer un techo a personas sin hogar. El emplazamiento elegido por la entidad benéfica, que tuvo que decidir entre varias propuestas del Gobierno local, fue una parcela del parque de Eirís. La fuerte movilización vecinal contra este proyecto en el barrio acabaron echando por tierra la iniciativa. Sor Eusebia renunció al emplazamiento y el Concello decidió asumir el la iniciativa de buscar un nuevo espacio y comunicarlo a los vecinos.