- "Gana la militancia y gana el PSOE", se dice tras las primarias. ¿Quién perdía antes y que se había perdido?

-A la vista de los resultados, parece que había una clara desconexión entre los dirigentes y los militantes, que somos quienes más pisamos la calle.

- ¿En qué se nota esa brecha?

-No es una brecha entre todos, sino entre alguna gente, ya que el partido lo hacemos entre todos. Cuando con un trabajo normal vives el día a día de la gente y te aíslas de la burbuja en la que están compañeros con más responsabilidades, pulsas mejor lo que demanda el ciudadano que está a tu alrededor.

- Se reclama unidad. ¿La va a haber, vistas las diferencias entre los candidatos principales durante la campaña?

-Lo dijo ayer Pedro Sánchez y coincido: queda todo por hacer. La sensación que tenemos entre simpatizantes es que ahora podemos sacar adelante un PSOE diferente que esté capacitado para alcanzar un nuevo pacto social con reparto de riqueza y respuestas para la gente joven. En esa línea hay que contar con todos, porque el partido demostró en las primarias que tiene un capital humano brutal, sus militantes. A quien se le hubiera pasado por la cabeza poner palos en las ruedas, el resultado es incontestable y disipa cualquier tentación de hacer otra cosa que no sea ponerse al servicio del partido.

- ¿Cómo es que no influyó en las primarias el fracaso electoral de Sánchez?

-Probablemente tuvo algo de relevancia, pero no se pueden achacar todos los males del PSOE y de la socialdemocracia en Europa a Pedro Sánchez. Es un discurso simplista que no entendemos como justo.

- ¿Qué tiene que ocurrir ahora en la agrupación coruñesa del PSOE?

-Hay que ser capaces de integrar a compañeros que tienen diferentes maneras de ver las cosas. La agrupación estaba desmoralizada y es necesario un cambio de rumbo que reclamamos los militantes provocado por las dimisiones seguidas del portavoz municipal y de la secretaria general. Se ha formado una gestora que no refleja esa pluralidad demandada y que no es una herramienta para que la agrupación comience a funcionar.

- ¿Por qué no hay integración?

-La hay en buena parte de los compañeros, pero no se tomaron decisiones adecuadas. Hace falta un espacio honesto y coherente para presentar propuestas de futuro, no enrocarse en errores que nos llevaron a esta situación, con una gestora de continuidad.