El exportavoz municipal apoyó a Patxi López, de quien recoge su ideario de primarias en la resaca electoral socialista y lo transmite a Pedro Sánchez para que lo aplique.

- Unidad por encima de todo, pedía López. Si no la había, ¿cree que la habrá ahora con Sánchez?

-Creo que las posiciones de las dos candidaturas principales estaban excesivamente polarizadas. Si había fisuras, había que evitar que siguieran abriéndose. El mensaje de Patxi de evitar fracturas es de sentido común, de cordura. Ahora lo normal y democrático es apoyar a la candidatura ganadora. El vencedor tiene que integrar a los que no han estado con él para seguir trabajando juntos, como ha estado siempre en la cultura del partido socialista. Esa es la manera de recuperar la fuerza de la ciudadanía.

- ¿Qué supondrá que el secretario general sea el mismo que obtuvo los peores resultados electorales en la historia del PSOE?

-Con la experiencia de Pedro Sánchez de haber pasado por la secretaría general, tiene que haber sabido con inteligencia percibir los errores personales y de partido en conjunto que se han cometido. Salvando esos errores, debe difundir a los ciudadanos cuáles son los problemas reales de la sociedad, abrirse a ella y olvidarse, olvidarnos todos, de los protagonismos internos. Los problemas del PSOE no son cuestiones orgánicas de partido, sino el día a día de la sociedad, que es en lo que hay que centrarse.

- Teniendo en cuenta que en la ciudad también Sánchez tuvo más apoyos, ¿cómo afectará el resultado de primarias a la agrupación local?

-Vamos a esperar a que se celebre el congreso federal, y luego el autonómico y el provincial hasta llegar al local. La votación de primarias ha dejado resultados claros y creo que hay que seguir en la misma línea de trabajo de cohesión y fuerza en todos los niveles: trabajar de manera unida, ciudadanos y militancia, que no estaba adormecida, sino que tiene vigor para estar en el candelero cuando se la necesita.

- Y a todos los niveles, también el local, ¿en qué etapa se entra?

-El PSOE debe recuperar su propia identidad. El pasado es balance y no se vive del pasado. El presente es enfrentarse a las necesidades que reclama la ciudadanía.