"Nos dimos cuenta de que los planes urbanísticos no han funcionado, por lo que es el momento de parar y reflexionar sobre cómo tendría que ser la ciudad del mañana", explica Sandra González sobre el proyecto La ciudad del mañana, que desarrolla el estudio coruñés PØST Arquitectos . Terminar la carrera en plena crisis llevó a estos profesionales a investigar y formarse, para lo que trataron de conocer como serán las urbes del futuro, pero bajo una óptica alejada de la técnica, ya que se utiliza la visión que tienen los niños de las localidades en las que viven.

"Recurrimos a los niños porque hoy su relación con la ciudad es mínima, viven en una caja que es su casa y van en otra con ruedas que es el coche para ir a otra que es el colegio o a otra que es un centro comercial", explica González, quien recuerda que el pedagogo Francesco Tonucci "lleva defendiendo años y años que la ciudad tiene que ser de los niños". Para esta arquitecta, intentar entender la ciudad con los niños "es una forma de que ellos se creen un sentido crítico y comprendan cuál es su identidad porque hoy todas las ciudades son iguales gracias a los planes de urbanismo". González destaca además que los pequeños "no tienen los condicionantes de todos los adultos" y proporcionan así una "visión virgen muy interesante".

En local y al aire libre

Rianxo es la primera localidad en la que se efectuó esta experiencia, que en poblaciones de su tamaño se denomina La villa del mañana. Los niños de 4 a 6 años participan solo en un taller que se desarrolla en un local, mientras que los mayores lo hacen al aire libre. "Estudiamos el plano del suelo porque no es lo mismo pisar la hierba, que la tierra, el asfalto, el cemento o el adoquín, ya que todo es arquitectura", detalla esta miembro de PØST Arquitectos, que señala que esta actividad también sirve para que los niños expresen sus deseos de cómo les gustaría que fuese su localidad.

Otra iniciativa es usar cintas para que invadan los espacios urbanos que creen que podrían ser su tablero de juego, lo que hizo que A Praciña de Rianxo, habitualmente llena de coches, se poblara de pequeños. "La gente vino a jugar con nosotros y estaba contenta de que de nuevo hubiera niños en la calle, ya que el enemigo de la infancia acaba siendo el coche". Una tercera actividad es el uso de cajas para que construyan "aproximaciones a sus ciudades ideales", y al intentar hacer una torre que se les caía, los arquitectos presenciaron en vivo una evolución de la arquitectura "porque primero ponían un contrafuerte y luego una niña hacía de arbotante".

Los arquitectos se sorprendieron al pedir que pintaran lo que era de interés para ellos en su localidad, ya que los más pequeños solo dibujaron su casa. A los mayores se les pidió que enmarcaran lo que les interesara un marco dorado grande y resultó ser la gente de Rianxo. "En el urbanismo nos olvidamos de las personas", se lamenta González.

Tras esta experiencia, PØST Arquitectos la repetirá en julio en Bertamiráns y Verín, mientras que en agosto lo hará en Milladoiro y para navidades espera hacerlo en Mugardos. Pero los responsables del proyecto están abiertos a hacerlo en una ciudad como A Coruña, ya que la iniciativa se adapta a cada tipo de localidad en función de sus características.