Una vecina de la parroquia San Vicente de Elviña denuncia que la iglesia que le pertenece no es accesible para personas con movilidad reducida, se ha cansado de pedir una solución que nunca llega y, ahora, pedirá amparo a la Valedora do Pobo. La gota que colmó el vaso fue el fallecimiento de una de sus familiares hace tan solo unos días, ya que no pudo asistir ni al sepelio ni al entierro, porque el cementerio también les está vedado a las personas que tienen que ir en silla de ruedas.

Esta vecina se queja de que el párroco le anunció pocos días antes de la muerte de su familiar que, finalmente, había solucionado el problema de la accesibilidad, pero que, cuando quiso entrar en el templo, se encontró "con una maderita estrecha" que, de ningún modo, soportaría el peso de su silla de ruedas eléctrica con ella encima [más de cien kilos en total].

"Me dijo que había otras iglesias adaptadas en A Coruña, pero yo no tengo que ir a otras, yo quiero ir a la que me pertenece, que es esta", dice esta vecina, que exige que las personas con movilidad reducida tengan los mismos derechos que los demás feligreses y que no se vean obligados a quedarse en la puerta de los sitios.

La solución tampoco es tan complicada, ya que esta vecina defiende que, con instalar una rampa en la sacristía y con acondicionar el acceso al cementerio es suficiente, que se adaptan otras entradas de otros lugares sin que pase nada.

Asegura que el vicario de la ciudad, en una reunión que mantuvieron, le garantizó que buscarían una solución. A pesar de que este diario intentó ponerse en contacto con el Arzobispado para que ofreciese su versión de los hechos, no fue posible hablar con ningún portavoz.

El párroco de la iglesia aseguró a este periódico que le había dado como solución a la mujer una rampa y que, si no le servía a esta feligresa, le invitó a "encargar ella una que le sirva" y que él se ofrece a guardársela en las instalaciones de la iglesia para ponérsela cuando ella vaya a misa. Sobre la entrada al cementerio, el párroco dice que hay muchas escaleras y que "no es fácil" hacer accesible la entrada. "Hay cosas que se pueden hacer y otras que no", resume.