- ¿El comportamiento del mercado inmobiliario antes y después de la crisis varía por barrios o los cambios han sido uniformes en toda la ciudad?

-La bajada de precios fue generalizada, no hay excepciones por zonas. Excepto temas muy puntuales, que no son un muestreo de nada. Si me dices que hay un piso disponible en el Cantón Grande o Cantón Pequeño... pues ese piso a lo mejor no se depreció, incluso se revalorizó, pero es un tema puntual de un piso. Y ese edificio tendrá detrás un piso en venta en la calle Durán Loriga, que se habrá depreciado. Y estamos hablando en la misma altura, zona y circunstancias. Eso no es un muestreo.

- ¿Hay alguna zona en la ciudad en donde sea imposible encontrar un piso?

-Es muy difícil. Puede que a lo mejor en la zona que va, en la banda del mar, desde la Marina, Puerta Real, hacia donde está la casa de Francisco Vázquez. Es un tramo además donde no hay muchos edificios. Normalmente, excepto dos o tres inmuebles, están todos reformados y se han vendido de nuevo. En un primer momento el edificio era de una sola familia y después se dividió horizontalmente por viviendas. Y ahí se vendió todo, no hay nada, no hay ni una oferta de venta. Si tienes el capricho de comprarte un piso allí, tendrías que ir llamando puerta por puerta, pagando lo que no vale... y a lo mejor te lo venderían. Fuera de ahí, siempre hay. En la Marina alguno hay y en el Cantón, a lo mejor, uno hay también. La imposibilidad nunca es, todo depende de lo que quieras pagar.

- ¿Se percibe el aumento de operaciones de compraventa?

-El mercado está tirando, efectivamente, se hacen ventas. Hay una motivación importante que influye en esto: actualmente, casi te cuesta dinero tener ahorros en un banco, no te pagan nada. ¿Y dónde se refugia el dinero? La gente no se la quiere jugar en bolsa porque hay unos vaivenes terribles y no entiende. Así que deciden comprar un piso: tiene una estabilidad, están baratos y le sacas una rentabilidad en renta inmobiliaria mucho más grande que la que daban los bancos en los buenos tiempos. Y el dinero siempre lo puedes recuperar. La ley de arrendamientos también es favorable porque ya no son cinco años obligados sino tres, tiene más ventajas. Se están haciendo muchos movimientos de compra de viviendas para alquilar. También los bancos están abriendo la mano con los créditos, un poco más caros, pero se están concediendo.

- ¿Están notando más movimientos del mercado inmobiliario en más barrios que en otros?

-Sí, por ejemplo, en la zona de Cuatro Caminos. Es una buena zona, que tiene un caché importante, hay centros comerciales.... También hay otra zona, la que va hacia As Conchiñas y todo el entorno de ronda de Outeiro y Villa de Negreira, esa zona sigue teniendo su cierta relevancia y se venden pisos ahí. Algunos son pisos antiguos y se vendieron hace tres o cuatro años por cuarenta o cincuenta mil euros. Muchos se compran para alquilar.

- ¿Y la Ciudad Vieja? ¿Hay demanda de vivienda para compra en el casco histórico?

-Yo creo que en este momento ahí hay problemas. De ubicación, de acceso, de circulación, de garaje, aparcamiento, de deshabitación... No hay gente. Hay calles con edificios de cuatro o cinco pisos, un edificio viejo, y solo tienen un ocupante.

- En la lista de valores del suelo de la Xunta aparece en la parte alta el sector 2, de San Pedro de Visma, en el que todavía no se ha levantado ni un solo bloque de viviendas. ¿Hay perspectivas de futuro para este desarrollo urbanístico?

-Ahí hay unos polígonos que están pendientes de consolidación. Con la crisis se paralizó pero creo que con el nuevo parque [Adolfo Suárez] todo aquello se está reorganizando, hay edificios pequeños que ya se están moviendo. Es un crecimiento lento pero sí que se ve que tira para adelante.

- No como la parte del parque ofimático que está en manos de promotores privados. Parece que no se mueve ni una hoja.

-Cuando se mete la administración de por medio, las cosas se eternizan. No le veo perspectivas de ejecución a corto plazo. Yo si fuera promotor privado, no me gastaría el dinero ahí de momento. Y eso que es una zona con muchas características buenas.

- En precrisis, Pescadería comenzaba a ver edificios rehabilitados, apartamentos nuevos... y se frenó en seco. ¿Qué necesita el barrio para parar su degradación?

-No se ha adecentado. Hay que completar la rehabilitación de San Andrés y Santa Catalina. No hay un entorno que llame, faltan bancos, arbolitos? El Orzán está todo pintarrajeado. Hay que tomar las mismas decisiones que tomó el alcalde de Oleiros, de perseguir a los que pintan las monas por las casas y los edificios públicos. Peor que Harlem, no hay espacio sin pintar. Inauguras un local comercial y al día siguiente te lo están pintando y no pasa nada.