El Gobierno local recibió ayer un espaldarazo a su postura en relación con el proyecto de entrada de los buses comarcales al centro con el apoyo explícito de siete alcaldes del área metropolitana a que A Coruña ejerza un control directo sobre esta iniciativa para evitar que afecte al tráficoA Coruña. Los regidores de Oleiros, Cambre, Culleredo, Bergondo, Betanzos y el primer teniente de alcalde de Sada expresaron ayer en el Palacio de María Pita su respaldo al planteamiento coruñés, que considera que la Xunta pretende aplicar un "plan unilateral", según manifestó allí mismo Xulio Ferreiro, a quien también había apoyado previamente el alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo.

Ferreiro reclamó que la comisión de seguimiento sobre el plan de acceso del transporte comarcal al centro sea bilateral, que evalúe su funcionamiento y "tome decisiones", aspecto sobre el que aseguró que existe consenso con el resto de ayuntamientos del área metropolitana. El alcalde detalló que las once alegaciones presentadas por el Concello a este plan, de las que nueve fueron rechazadas por la Xunta, habían sido consensuadas con los ayuntamientos que forman parte de la mesa del transporte del área metropolitana de A Coruña, que ayer reiteraron su respaldo a las tesis coruñesas.

También avanzó Ferreiro que hasta que la conselleira de Infraestruturas no convoque una reunión con los alcaldes del área metropolitana para diseñar un verdadero plan de transporte para la zona, no asistirá a la comisión bilateral propuesta para abordar el acceso al centro, a cuya convocatoria del pasado día 19 no acudió.

"A Coruña nunca se opuso a la entrada de los buses al centro", advirtió el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, quien advirtió de los problemas que puede crear en la ciudad este plan de la Xunta y proclamó: "Si yo soy alcalde de A Coruña, aquí no entra ni Dios sin hablar conmigo". Ante la ausencia de representantes de Carral, Abegondo y Arteixo, Seoane acusó a la Xunta de "romper la unidad" que existía en el Consorcio As Mariñas, en el que aseguró que la unanimidad que había en el pasado hacía innecesarias las votaciones.

También el alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, reconoció que la entrada de los buses de la comarca al casco urbano creará complicaciones en el tráfico, pero quien dio ayer la sorpresa fue el regidor de Arteixo, Carlos Calvelo, quien no acudió a la cita del Palacio Municipal, aunque previamente se pronunció a favor del diálogo entre el Concello coruñés y la Xunta sobre este proyecto porque "puede afectar al tráfico de la propia ciudad".

Calvelo destacó que el acceso de los buses comarcales es "cómodo y práctico" para los usuarios del área metropolitana, pero que el Concello coruñés "debe valorar si esta penetración influye en el tráfico o perjudica para poder dar para atrás". Según el regidor de Arteixo, el plan debe ser coordinado con la ciudad "porque igual que el área metropolitana tendrá beneficios, A Coruña tendrá perjuicios".