El chequeo a los mercados municipales y las consultas a placeros, clientes y no usuarios sobre propuestas para la mejora de sus servicios que recoge la fase inicial del plan de dinamización del Gobierno local han sido muy bien acogidas por los profesionales de las plazas de abastos. Al haber participado en la elaboración del informe, que les fue presentado esta semana por el Concello, se ven claramente reflejados en el diagnóstico, aunque difieren sobre la prioridad de las soluciones que se deben tomar para revitalizar la actividad y el funcionamiento de los mercados. Un sector recalca que es urgente mejorar la comunicación, la publicidad; otro, que los propios placeros proporcionen más facilidades a sus clientes y a quienes no lo son.

Hace falta mucho trabajo, coinciden, tanto interno como externo, y conviene tener presente que lo que funciona en un mercado no siempre es beneficioso en otro. "Si apostamos por dar variedad de productos y de servicios con actos gastronómicos y sociales, es necesaria una muy buena comunicación para vender bien nuestras iniciativas. Ahí tenemos que intervenir todos desde dentro y desde fuera", propone la portavoz de la Asociación de Vendedores del Mercado de San Agustín -con personal de otras plazas adscrito-, Ángela Barrán, quien, a través de una propuesta en los presupuestos participativos, ha sugerido la creación de un espacio de usos sociales y gastronómicos en su plaza de abastos.

Desde otro entorno, Leonardo Tomé, al frente de la Asociación de Placeros de Elviña, es más escéptico respecto a las propuestas de dinamización apuntadas en el informe que señala el plan municipal, reconoce la complejidad de organizar actividades en los mercados y, con afán autocrítico, llama al sector a "cambiar de mentalidad" y a dar facilidades y comodidades a los clientes para atraerlos a sus puestos. "No sé cuál es la solución real porque todos los mercados tenemos carencias y los mismos problemas. Todos, incluso los nuevos, tenemos hábitos viejos, como hace 25 años. Y creo que los ciudadanos ya se empiezan a cansar de la imagen de los placeros porque siempre que salimos en la prensa es para quejarnos", reconoce Tomé.