Mientras el nivel de protección del edificio del antiguo cine Avenida se resuelve en el Supremo, tras recurrir su propietaria, Abanca, la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que impide rebajar la categoría integral otorgada al inmueble por el plan especial del casco histórico, el Ayuntamiento adopta la postura de solicitarle a la entidad financiera que presente un proyecto de rehabilitación del edificio conforme a la elevada protección (integral, nivel II) que tiene.

Fuentes municipales apuntan que sobre la emblemática construcción de Ignacio Villar, cerrada en la década de los noventa, pesaron varios expedientes de deficiencias y ruina, por los que Abanca se vio obligada a emprender determinadas actuaciones para garantizar la seguridad del edificio desde que se lo compró a la inmobiliaria Pontegadea, de Amancio Ortega, en 2007. El Concello, ante el abandono del inmueble, requirió a la propietaria que elaborase al menos un plan para su rehabilitación ajustado al nivel de protección integral, el que avala el fallo del TSXG, pero este proyecto no se ha presentado.

Abanca y la Xunta han recurrido ante el Supremo la sentencia del Superior de Galicia. La entidad, porque no se le permite rebajar el blindaje urbanístico del edificio a categoría estructural (nivel III) y, por tanto, no puede realizar ciertas obras ni actuar en el subsuelo. El fallo, en cambio, obliga al Concello y al Gobierno gallego a compensar económicamente a Abanca por una pérdida injustificada de aprovechamiento, ya que señala que el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Ciudad Vieja y Pescadería actual no especifica si hay circunstancias singulares que le permitiesen obrar en sótanos, como sí se puede hacer en otros inmuebles incluidos en el grupo normativo de las Áreas Urbanas Renovadas que tienen más libertad para intervenir; por ello ha recurrido también la Xunta.

El plan especial anterior, de 1998, otorgaba a la construcción la protección menos restrictiva. La primera versión del nuevo Pepri, aprobado en el mandato del PP, la elevaba a integral, pero como en su día había asegurado el edil de Urbanismo del Gobierno local anterior, Martín Fernández Prado, se aceptaron las apreciaciones de los propietarios por el estado de deterioro del cine. En principio, la Dirección Xeral de Patrimonio aceptó la rebaja, pero tres meses más tarde cambió de opinión y condicionó su visto bueno al plan especial a que se volviese a subir la protección de edificio. Durante el proceso en los tribunales Abanca consideró injustificada esta variación del blindaje y los magistrados del TSXG asumieron los razonamientos de Patrimonio sobre el valor del conjunto del inmueble.

El Concello -añaden las fuentes municipales- prevé seguir adoptando medidas que "velen por la correcta conservación" del edificio siempre que se ajusten a la protección patrimonial integral, aunque traslada a la entidad propietaria la responsabilidad del buen estado del inmueble.

El edificio del cine Avenida, con fachada principal al Cantón y posterior a la calle de la Estrella, se levanta sobre una parcela de 802 metros cuadrados, según figura en el Pepri del Ayuntamiento. Tiene sótano, planta baja y ocho alturas; su superficie total construida es de 4.021 metros cuadrados y su fondo, de 50 metros.