Un acusado de dejar a un joven ciego de un ojo en agosto de 2013 tras propinarle un puñetazo sin motivo en la entrada al centro comercial Los Cantones Village alegó ayer durante el juicio que creyó que uno de los acompañantes de la víctima le había gritado "guapa" a su novia. El procesado, quien aseguró que sufre problemas de alcoholismo y drogadicción, solo admitió ante el tribunal haber abofeteado al denunciante. Además, acusó a la víctima y a sus tres acompañantes de haberlo rodeado y golpeado. "Les fui a recriminar. Tuvimos una discusión, surgió una pelea, me dieron varios golpes, me tiraron al suelo y yo eché a correr", declaró el sospechoso, al tiempo que añadió: "Braceé, pero con ninguna intención de darle un golpe en el ojo".

Las forenses, sin embargo, aseveraron que es "muy difícil" que con solo una bofetada causase esas lesiones, al tiempo que indicaron que es probable que el golpe lo propinase con el puño cerrado. La Fiscalía reclama que sea condenado a nueve años de cárcel y a abonar una indemnización de 42.600 euros.

El afectado contó que se dirigía a una discoteca del centro comercial tras asistir a una cena con sus familiares cuando uno de los asistentes a la reunión, que residía en Madrid, se desvió hacia otra puerta. Una de las personas del grupo le gritó que regresase, ante lo que el imputado se giró y le asestó una bofetada. Cuando la víctima intentó mediar, le golpeó en la cara para, después, ponerse en "actitud de boxeador" y darle un puñetazo en el ojo derecho.

"Cuando escuchó el grito de mi primo para que el novio de mi prima cambiase de dirección, el acusado, que estaba muy cerca, se dirigió hacia nosotros exaltado y con una actitud agresiva y violenta y le dio una bofetada a mi primo", relató el afectado, quien indicó que se acercó para intentar "calmar los ánimos", ante lo que lo abofeteó para, a continuación, ponerse "en actitud de pelea, con los brazos como de boxeador" y asestarle un puñetazo directamente en el ojo derecho. La víctima destacó que fue "muy rápido" y que no le dio tiempo "ni a reaccionar", así como que el acusado estaba "muy agresivo y violento".

El joven, que es ingeniero, contó que sufre graves secuelas que le dificultan su trabajo. "Cuando estoy muchas horas delante del ordenador me mareo, todo el enfoque se centra en un solo ojo, tengo problemas al conducir y, al principio, dolores de cabeza. La mayor angustia que tengo es que me pueda pasar algo en el único ojo que me queda", señaló. Tras sufrir el puñetazo, el perjudicado manifestó que se quedó "en el sitio" y que empezó a sangrar por el ojo derecho. "En ese momento pensé que no tenía ni ojo", testificó.