El pleno municipal dio ayer el visto bueno, con el voto a favor de todos los partidos, a la modificación de la ordenanza de la ORA que permitirá anular los avisos de denuncia de la ORA pagando un recargo. La medida entrará en vigor en las próximas semanas, en cuanto se publique en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).

PSOE y BNG votaron a favor pero lamentaron que la modificación de la norma no haya sido más ambiciosa e incorporado cambios de más calado. El PP, también dio su voto favorable, pero sostuvo una intervención más dura contra el Gobierno local a través de la edil, Begoña Freire. La conservadora acusó al edil de Mobilidade, Daniel Díaz Grandío, de "ineficiente" por haber tardado dos años en tramitar este cambio. Freire echó en falta, por ejemplo, que no se permita hacer estos pagos haciendo uso de la tarjeta Millennium.

Díaz Grandío, en su intervención, reprochó a los socialistas que en el pleno anterior al que se había llevado el documento finalmente no hubiesen apoyado unas enmiendas que habían sido aceptadas parcialmente por el Gobierno local.