La inmensa mayoría de las solicitudes presentadas por los empresarios de hostelería para la instalación de terrazas contaban con errores en la documentación aportada que obligaron a posponer la concesión de la licencia por el momento, según los datos facilitados por el Gobierno local. De las 433 solicitudes formuladas entre el 1 de octubre y el 15 de diciembre del año pasado -periodo establecido en la ordenanza para efectuar este trámite-, el 93,7% fueron denegadas provisionalmente ante las deficiencias apreciadas en los documentos facilitados, mientras que dos fueron ya rechazadas definitivamente y otras 25 obtuvieron la aprobación municipal.

Esto obliga a 406 empresarios del sector a volver a presentar las solicitudes con los errores corregidos para poder legalizar las terrazas, cuya actividad ha continuado desarrollándose a pesar de este problema administrativo. Según el Concello durante este año y hasta el pasado 15 de mayo solo se presentó una nueva solicitud de licencia de terraza, que llegó en el mes de enero y fue denegada por haberse formulado fuera del plazo establecido por la ordenanza.

El plan municipal para ordenación de estas instalaciones dio un paso más la semana pasada con la aprobación de las normas para su colocación en las calles peatonales del casco histórico, que establece un paso mínimo de 2,5 metros de anchura con el fin de que puedan circular los servicios de emergencia. Esta misma norma prohíbe la colocación de terrazas en cuatro calles del centro: Real, debido a su elevado tránsito peatonal, y Arévalo, Canuto Berea y Trompeta a causa de su estrechez.

El Gobierno local tiene aún pendiente otra actuación con las terrazas, que consiste en la delimitación del espacio que ocuparán en las calles, para lo que se contratará a una empresa que efectuará esta labor , a la que se dedicarán 13.106 euros. Los operarios señalarán en el suelo con unas marcas similares a las chinchetas la superficie que podrán abarcar las mesas y sillas de cada establecimiento, con el fin de evitar los abusos denunciados en la actualidad por vecinos y personal de los servicios de emergencias, que han ocasionado dificultades para atender problemas de salud y evacuaciones de personas que viven en calles con establecimientos de hostelería.