El acuerdo alcanzado por el grupo municipal socialista con el Gobierno local para incorporar al presupuesto municipal 3,5 millones de euros procedentes de los beneficios de Emalcsa a través de una modificación presupuestaria suaviza las tirantes relaciones entre ambos grupos de la Corporación, evidenciadas por unos y otros desde el comienzo del mandato de Marea.

Los socialistas avanzaron que, mediante este acuerdo fruto de contactos con el Ejecutivo local en los últimos días, Marea Atlántica les permitirá decidir el destino de un tercio de esa transferencia de 3,5 millones, que prevén asignar principalmente a proyectos de carácter social y del deporte, sobre todo al practicado por mujeres. Según el portavoz municipal socialista, José Manuel García, las iniciativas concretas, tanto las decididas por el Gobierno local como las seleccionadas por el partido de la oposición, se detallarán en una comparecencia conjunta de ambas formaciones.

El pacto, que concretarán los grupos próximamente, se canalizará en el primer cambio en el presupuesto en vigor, en el que la transferencia millonaria saldrá adelante con los respaldos garantizados de Marea y el PSOE.

Clave en el pleno de mayo

La aprobación de las cuentas de este año con un recorte de 7,6 millones de euros respecto al proyecto inicial de Marea por las alegaciones presentadas por PP y PSOE, dio visibilidad a las diferencias entre el Gobierno local y el PSOE. Parte de ese recorte procedía de los cuatro millones de euros de dividendos de Emalcsa que el PP y el PSOE retiraron del presupuesto con el argumento de que Marea no disponía de mayoría en la junta de Emalcsa para aprobar la transferencia. Intervención advirtió de que, en este caso, no se daba de forma clara el supuesto regulado por ley para alegar contra un presupuesto aprobado, como el de este año, a través de una cuestión de confianza.

Las alegaciones al presupuesto, pactadas en comisión de Facenda, salieron adelante en el pleno con el único voto a favor del PSOE. PP, BNG y Marea se abstuvieron al entender que no recogían por completo sus demandas. García acusó al alcalde, Xulio Ferreiro, de romper su palabra de apoyar este cambio, pero el regidor, contrario a la rebaja presupuestaria, alegó que nunca se había comprometido a respaldar el dictamen, solo a no impedir que la reducción de fondos saliese adelante, y le recordó a García que Marea podría haber tumbado el recorte si hubiera votado en contra de las alegaciones.

Este intenso roce ocurrido en el pleno municipal de mayo tuvo continuidad en una sesión extraordinaria días después, en la que el portavoz del PSOE criticó el voto de Marea y la actitud de Ferreiro, y auguró una nueva etapa de enfrentamientos entre las dos fuerzas políticas. El pleno de junio no reflejó en cambio grandes diferencias entre los dos grupos: los socialistas permitieron la aprobación de las tres mociones presentadas por Marea, dos de ellos con votos favorables, y el equipo de Gobierno municipal respaldó las iniciativas del PSOE.

El portavoz socialista también invitó al Gobierno local a "empezar a trabajar ya" en la elaboración de las cuentas de 2018 para evitar que su aprobación vuelva a retrasarse, como ocurrió con los dos primeros presupuestos de Marea. Ferreiro ya había propuesto el año pasado que las conversaciones entre los grupos comenzasen en septiembre, pero al final no se tradujeron en avances.