Una reunión mantenida ayer por la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, y el alcalde coruñés, Xulio Ferreiro, permitió romper el bloqueo en el que se habían instalado las relaciones entre ambas partes a causa de sus diferencias en los proyectos que ambas administraciones desarrollan en común, como la estación intermodal, el transporte metropolitano y la entrada al centro de los autobuses de la comarca. Pese a tratarse de un encuentro entre dos cargos públicos y desarrollarse en una institución oficial, la consellería rechazó proporcionar información sobre su resultado con el argumento de que se trataba de un acto "privado".

Fuentes municipales explicaron que durante la reunión Ferreiro y Vázquez intercambiaron información sobre el proyecto de la estación intermodal, en la que el Concello aprecia falta de acoplamiento entre las iniciativas que debe desarrollar Adif para adaptar la terminal ferroviaria a la llegada del AVE y las que tendrá que ejecutar la Xunta para construir en el mismo recinto una estación de autobuses. Los técnicos municipales advirtieron que las previsiones establecidas por ambas partes eran incompatibles, por lo que se propuso hace ya días a la Consellería de Infraestruturas una serie de soluciones para resolver esta falta de encaje.

Alcalde y conselleira abordaron ayer este problema y acordaron que las dos instituciones prosigan este tipo de comunicación para alcanzar un acuerdo definitivo sobre el proyecto, en el que el Concello será el responsable de construir un aparcamiento subterráneo bajo la terminal de autobuses.

El plan mediante el que Infraestruturas pretende dar acceso hasta el centro de la ciudad a las líneas de autobuses de la comarca era el mayor motivo de discrepancia entre las dos partes. El Concello se había negado a autorizar el inicio de este proyecto hasta garantizar que podría modificarlo o paralizarlo mediante una comisión de seguimiento en la que consellería se negaba a darle el control. Tras la conversación entre Ferreiro y Vázquez, la próxima semana habrá una reunión en la que el departamento autonómico y el Gobierno local debatirán sobre el reglamento interno de la comisión que debe examinar el funcionamiento de la entrada de los buses, así como el calendario de este proceso.

La consellería se había fijado poner en marcha este proyecto antes del verano, aunque esa fecha será ya imposible, puesto que a la falta de acuerdo sobre estos aspectos del plan se suma la necesidad de adaptar las paradas de la plaza de Ourense y Entrejardines para la llegada de los buses, obras que aún carecen de licencia municipal.

También aceptó Vázquez la exigencia de Ferreiro y otros seis alcaldes del área metropolitana, ya que los tres del PP eludieron respaldarles, de reunirse con ella para abordar la reforma del transporte público en sus municipios. Los regidores reclaman que el servicio de autobuses tenga carácter urbano en sus ayuntamientos por ser los más próximos a la ciudad y que el plan metropolitano de la Xunta se aplique a los situados más lejos.

Infraestruturas rechazaba hasta ahora abordar esta propuesta al margen de la comisión en la que participan 17 municipios de la provincia.