Dice que no hace novela negra, pero su última obra comienza con un disparo. Pedro Feijoo, autor de libros como A memoria da choiva, retoma a los personajes de Os fillos do mar para construir Os fillos do lume, un " thriller histórico" que presenta esta tarde a las 19.30 horas en la librería Lume. De la mano de Simón y Mariña, y revisando como siempre la historia de su urbe, Feijoo centra en esta ocasión su atención en 1809, un periodo turbulento con el que desentraña la intriga de la fundación de su Vigo natal.

- Dio el salto al humor con Morena, peligrosa y románica , pero vuelve de nuevo al misterio con Os fillos do lume .

-Sí, vuelvo al registro en el que me siento cómodo. Morena, peligrosa y románica fue como salir al recreo luego del duro examen que supuso A memoria da choiva. Después de él, lo que quise fue pasarlo bien, y también, como todo el mundo me dice que soy un escritor de novela negra a pesar de que estoy convencido de que nunca he escrito nada de ese género, jugar a destrozar una.

- Su nueva obra comienza con el asesinato del alcalde, ¿tampoco es novela negra eso?

-Más bien es algo a caballo entre la novela histórica y el thriller. Empieza con el asesinato del alcalde, pero nos lleva a la parte histórica de la ocupación napoleónica, el momento de decidir qué se hace, si entramos en la modernidad o nos quedamos en el absolutismo.

- ¿Hay más realidad o ficción?

-Por increíble que pueda parecer, prácticamente todo lo que cuento es real. Por ejemplo, el capítulo en el que se describe el asesinato de tres vecinos de Vigo. Algunos me dicen que me pasé con la violencia, pero esos asesinatos están sacados de las actas del juicio que se celebró después. Son absolutamente reales.

- ¿Y por qué ese interés por desentrañar el pasado?

-Me viene muy de niño. Yo soy nieto de Manuel de la Fuente, un periodista de Faro de Vigo que trabajó en el rescate de la memoria de la ciudad. Crecí mamando ese interés, y gracias a él aprendí que había un trabajo importantísimo que hacer para conocernos. Esa es mi trampa, soy un tramposo [se ríe]. Juego a hacer novelas que parezcan solo entretenimiento, pero en realidad son distracciones que llevan a ese otro mensaje que estoy intentando contar.

- Para él recupera en este libro a Simón y a Mariña, de Os fillos do mar . ¿Por qué?

-Por la voz. Simón y Mariña tienen su discurso hecho y una voz que resulta conocida. Os fillos do mar funcionó muy bien y sus personajes son un terreno que ya tengo ganado.

- Con ellos se dio a conocer como escritor hace cinco años, ¿cómo ha sido trabajarlos de nuevo ya como autor consagrado?

-Te podría contar una milonga, pero volvemos a lo mismo: que soy un tramposo. Todos los escritores en el fondo están contando la misma historia de distintas maneras y hablando siempre de sí mismos. Y cuando escribes tu primer libro, esto es mucho más evidente. En Simón y Mariña hay muchísimo de mí y de mi pareja, y ahora, aunque es cierto que tengo otras experiencias y que he crecido como escritor, siguen siendo personas con las que me encuentro día a día. Así que fue fácil.

- Junto a ellos retoma también Galicia, otra de sus constantes.

-Es que aquí hay tanto que hacer todavía? En Galicia tenemos un millón de historias que recuperar, y si perdiera el tiempo contando otras sería un irresponsable. Cuando sigue siendo noticia que en las listas de los libros más vendidos en gallego hay un best-seller, es que queda mucho por normalizar.

- ¿Por qué existe esa limitación en la literatura gallega?

-Es una herencia de todos los años en los que nuestra cultura fue una cultura de segunda. Con la democracia se intentó reactivar, pero luego vino el parón de finales de los 90 y la desconexión del lector. Sin embargo, creo que trabajamos dentro un sistema que es mucho más fuerte de lo que pensamos. Hay lectores más allá de los militantes y, si los entretienes, están dispuestos a leer todo.