Tres jóvenes se enfrentan a una petición de tres años de cárcel por propinar una paliza a otro durante la noche de San Juan de 2011. La Fiscalía retiró la acusación contra otro imputado, que estuvo asistido por el letrado Diego Reboredo. Los sospechosos negaron los hechos durante el juicio y alegaron que el denunciante estaba ebrio en la zona de Matadero y que comenzó a molestarlos. "Vino varias veces borracho, se iba y volvía a aparecer", declaró uno de los sospechosos, quien indicó que incluso se cayó sobre el generador de la música. Los procesados también sostuvieron que incomodaba a algunas de las chicas que había en la fiesta, por lo que uno de ellos le propinó un puñetazo.

La víctima, que tardó en curar de las lesiones 45 días, seis de los cuales estuvo ingresada en el hospital, testificó que se aproximó al grupo de los acusados porque los conocía "de vista". El joven aseguró que los procesados comenzaron a propinarle golpes "sin motivo alguno", hasta que lo tiraron al suelo, donde continuaron agrediéndolo. En ese instante, según su versión, comprobó que le faltaba su reloj, valorado en 116 euros. Uno de los jóvenes le asestó una patada en el ojo izquierdo. El denunciante manifestó que del grupo formaban parte "entre doce y trece chicos de entre 18 y 25 años".

El representante del Ministerio público indica en su escrito de calificación que "por motivos desconocidos", los acusados, en compañía de otras personas que no han sido identificadas, le propinaron una paliza a la víctima durante la noche de San Juan. Además de tres años de prisión para cada uno de ellos, el imputado demanda que indemnicen al afectado con 2.070 euros.