Un conductor de 24 años de edad que había triplicado la tasa de alcohol, se quedó dormido en una postura “muy incómoda y dolorosa”, dos horas después de haber sido inmovilizado en la AC-11 (Alfonso Molina), según informa la Guardia Civil en su balance del dispositivo de la noche de San Juan en A Coruña.

Los guardias civiles tuvieron que insistir golpeando repetidamente la ventanilla del turismo, para despertarlo y comprobar si podía continuar su viaje, si bien todavía duplicaba la tasa reglamentaria, por lo que pudo reanudar “su incómoda siesta”.