Con más de medio siglo de vida a sus espaldas, el hotel Riazor aspira a engrosar la lista de cuatro estrellas de la ciudad. A su ubicación privilegiada a pie de playa, se sumará ahora una reforma ambiciosa de 3,6 millones de euros, una inversión de sus nuevos dueños que permitirá, según sus planes, subir la categoría de las históricas instalaciones. Bajará su número de habitaciones pero tendrá nuevos servicios.

El área municipal de Rexeneración Urbana acaba de darle el visto bueno a los planes de reforma, que han retomado los nuevos los propietarios del inmueble, un grupo empresarial santiagués que adquirió el edificio a finales de 2016. Gestiona otros hoteles como el Compostela y el Gelmírez en la capital gallega

El objetivo de la rehabilitación es "actualizar su imagen y adaptarse a los estándares de la normativa hotelera de cuatro estrellas, según la normativa autonómica". Así figura en la solicitud de licencia al Concello a finales del pasado enero. La concesión definitiva de la autorización para obrar, después de pedir una serie de cambios y aclaraciones a los arquitectos, pasará por junta de gobierno esta misma semana.

Según el proyecto, no se altera la volumetría del edificio ni el sótano ni los soportales y tampoco se aumenta la superficie edificada. Sí se abordará una redistribución de los espacios y se ubicará una escalera nueva y dos ascensores. La reforma del edificio permitirá mejoras en la accesibilidad en los espacios comunes y la circulación por el inmueble, nuevos servicios (salas polivalentes, gimnasio, cafetería, cuartos familiares, cuartos comunicados) y mejoras en la estética, estanqueidad y la eficiencia energética de la fachada interior. Por último, el proyecto de los arquitectos José Luis Pereiro y Simón Pereiro, incluye la modernización de los acabados y del mobiliario.

Las obras tienen una previsión de ejecución de un año y tienen que comenzarse en un plazo de seis meses una vez notificada la licencia. Cuando finalicen la reforma el hotel, que actualmente cuenta con 174 habitaciones, pasará a tener 165, para dotar al edificio de los estándares propios de la categoría turística que pretende conseguir.

Los promotores tendrán que realizar un nuevo plan de emergencia puesto que, aunque la actividad no varía, el Ayuntamiento coruñés considera que la reestructuración interior es de suficiente calado como para necesitar revisar el documento vigente.