"Somos solidarios con la viabilidad económica de la Autoridad Portuaria, pero la solución no es la venta de los muelles", manifestó ayer el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, acerca de las dificultades que atraviesa el Puerto por la deuda financiera causada por las obras de punta Langosteira. Varela, que participó en el Foro Radio Coruña sobre El futuro del puerto y la fachada marítima la salida al conflicto sobre los terrenos portuarios pasa por el "consenso", propuesta para la que encontró respaldo en la experiencia de Bilbao y Valencia.

Los directores de los consorcios creados en ambas ciudades para la transformación de sus terrenos portuarios -Ángel Nieva en Bilbao Ría 2000 y Vicent Llorens en La Marina de Valencia- destacaron durante sus intervenciones la importancia del consenso entre todas las administraciones implicadas en estos procesos, ya que, a su juicio, ha sido el factor que ha permitido lograr resultados.

Para Varela, "nadie puede obligar a la ciudadanía a escoger entre el puerto exterior y la venta de los muelles de la ciudad", a lo que añadió que la liberación de los espacios portuarios supone una "gran oportunidad para la ciudad". El concejal calificó de "una pena" la ausencia de este acto de representantes de la Autoridad Portuaria, a pesar de que la institución fue invitada tanto por Radio Coruña como por él mismo.

Varela negó que la oferta de 1,4 millones presentada por el Concello por La Solana vaya a ser un precedente para el futuro de los muelles, ya que consideró que de no haber existido esa propuesta de adquisición, el complejo deportivo "hoy ya sería privado". El titular de Rexeneración Urbana puntualizó que esa oferta se mantiene pero que el Concello pretende que La Solana se incluya en la negociación con la Autoridad Portuaria, de forma que el acuerdo final pueda derivar en otra salida para ese recinto.

Frente al destino que el plan general prevé para los muelles de la Batería y Calvo Sotelo, el Gobierno local proyecta que acojan equipamiento dotacional público y zonas verdes, según detalló Varela, para quien el muelle de San Diego debe albergar el "distrito del mar", un área dedicada a la economía relacionada con ese sector y en la que la estación de mercancías debe servir de base para un nuevo modelo de movilidad.

Las fórmulas para lograr la transformación de los muelles serán, de acuerdo con la propuesta del Gobierno local, la creación de un consorcio formado por las diferentes administraciones que abra un nuevo marco de colaboración, la anulación de los convenios de 2004 que prevén la venta de los terrenos portuarios y la modificación del plan general para adaptarlo a los nuevos proyectos.

"Nadie pone hoy en duda que es preciso otro modelo y que hay que renegociar los convenios", advirtió Varela, para quien la propuesta municipal sobre esos terrenos está basada en "la simbiosis entre la ciudad y el puerto". Los pilares del modelo defendido por el Concello son evitar la especulación con los muelles, el mantenimiento de su carácter público, darles usos vinculados mar, fomentar la participación pública sobre su futuro y aplicar un enfoque metropolitano al proyecto.

El concejal avanzó que el Gobierno local ya inició los trámites para convocar una consulta ciudadana sobre el destino de los muelles y que en los próximos meses organizará un foro sobre la fachada marítima, ya que considera decisivo el debate sobre la cuestión.

El acto convocado por Radio Coruña tuvo como presentador al expresidente de la Xunta y de Puertos del Estado, Fernando González Laxe, quien destacó la importancia del reciente informe del Tribunal de Cuentas sobre la gestión económica de las obras del puerto exterior. Laxe recordó que ese documento menciona que no se cumplieron las previsiones de tráfico, financiación ni de ingresos que se habían efectuado, así como que el sobrecoste de los trabajos alcanzó el 27% y que la Autoridad Portuaria adjudicó de forma directa 11 contratos a una misma empresa.

El director de Bilbao Ría 2000 evitó poner el modelo seguido en su ciudad como ejemplo para A Coruña porque "todos los procesos de transformación son diferentes", aunque proporcionó datos sobre la operación realizada en esa ciudad desde 1992. Una traumática reconversión industrial y una riada que arrasó en 1983 el casco viejo fueron el punto de partida para esta actuación, de la que Ángel Nieva destacó: "El Museo Guggenheim es un icono, pero hay mucho más".

27

Foro Radio Coruña 'El futuro del puerto y la fachada marítima'

A la sombra de ese emblemático edificio existe un plan estratégico que promueve la accesibilidad desde el exterior y la movilidad interna, según Nieva, además de la regeneración ambiental y urbana, la tecnología y los recursos humanos y la centralidad cultural. Los resultados han sido la aparición de nuevas industrias, un palacio de congresos, puentes sobre la ría y el descubrimiento del turismo como actividad económica, según explicó el director de Bilbao Ría 2000.

La entidad es una empresa pública formada por Gobierno vasco, Diputación de Bizkaia, los ayuntamientos de Bilbao y Barakaldo, la Autoridad Portuaria, Adif y la Entidad Pública Empresarial de Suelo, de forma que el accionariado se reparte al 50% entre las instituciones estatales y las vascas. "El equilibrio y el consenso lo tenemos en el ADN", señaló Nieva, ya que todas las obras son codirigidas por técnicos de las administraciones implicadas para generar confianza entre las partes.

"La experiencia de Valencia es un poco sorprendente", comentó el gerente de La Marina de Valencia, Vicent Llorens, ya que esta entidad gestiona los terrenos cedidos gratuitamente a la ciudad por la Autoridad Portuaria tras la celebración de dos ediciones de la Copa del América y las carreras de la Fórmula 1, además del puerto viejo, que estaba en desuso. Esas competiciones dejaron una deuda de 450 millones de euros que las administraciones valencianas son incapaces de afrontar y sobre la que, según Llorens, "hay ánimo de que el Estado la asuma".

"No había un plan para usar La Marina después de la Copa del América", recordó Llorens, mientras que los valencianos identificaban este espacio con el despilfarro. El pasado marzo la empresa pública -participada por Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento- presentó su plan estratégico, que está centrado en la actividad náutica, la creación de empresas, la innovación y el desarrollo de actos públicos. "Lo normal es que los terrenos portuarios vuelvan a los ciudadanos cuando no se usan", manifestó el responsable de La Marina de Valencia, para quien es "el momento de que la ciudad recupere lo que es suyo". Su experiencia le dice que para conseguirlo hace falta "la pedagogía, el consenso y no la confrontación", y sentenció que en A Coruña hay que convencer a la Autoridad Portuaria "de que la ciudad tiene que recuperar esos espacios".