El Ministerio de Fomento incorpora al proyecto de ampliación de la avenida de Alfonso Molina un apartado de seguridad vial con el fin de reducir la congestión de la vía, ya que tras un estudio de los últimos tres años ha concluido que es una de las principales causas de accidentes en ese tramo. En el análisis de siniestros, basado en datos del periodo transcurrido entre 2014 y 2016, se determina que la evolución está en aumento. Pero los accidentes, aunque son más numerosos, son menos graves.

La mayoría se debe a colisiones de vehículos en marcha por alcance y Fomento considera que se debe a que los usuarios no respetan la distancia de seguridad. Para evitar problemas de congestión, una de las soluciones es el aumento de la capacidad de la vía que se consigue con la implantación de un nuevo carril en el ramal de salida desde la calzada decreciente, sentido A Coruña, hacia Matogrande y Pocomaco. Serán carriles segregados, es decir, que se impide el cambio de uno a otro en la zona en la que el trazado tiene un radio más pequeño. En caso de congestión en la glorieta frente a los hoteles de Matogrande, solo afectaría al carril de acceso al barrio ya que el otro es de acceso directo hacia Pocomaco, sin tener que atravesar la glorieta.

De acuerdo a la base de datos, el segundo tipo de accidentes que más se repite es por salidas de vía por la derecha. Se debe a que en las curvas de radio más reducido se circula a velocidades más altas que las permitidas. Fomento propone mejorar el trazado de la curva y reiterar cuál es la velocidad máxima permitida para que se transmita al conductor la peligrosidad de la zona, la mejor del balizamiento y un mayor control de las velocidades.

Para evitar colisiones frontolaterales, que se producen principalmente por los cambios de carril debido a las sucesivas entradas y salidas, se mantendrá un carril de trenzado entre los usuarios que proceden de la AP-9 hacia la calzada decreciente de la AC-11. Además, se crearán carriles exclusivos hacia una única dirección para evitar retenciones. El inconveniente, según el proyecto, es que se incrementa el número de cruces de carril. Por ello, se propone el pintado de una línea continua de modo que impida el cambio hacia la derecha entre los carriles. La ventaja de esta nueva distribución sería que se consigue una mayor ordenación de los coches, clasificándose según destino.