Cuatro profesores gallegos, entre ellos tres coruñeses, conocieron de primera mano durante una semana los entresijos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), el mayor laboratorio de investigación en física de partículas del mundo, situado en Ginebra. Uno de los principales objetivos del programa, en el que participaron veinte maestros españoles, es que inculquen a sus alumnos el interés por las ciencias. En el centro de Suiza se inventaron algunos hitos tecnológicos como el Word Wide Web, es decir, las tres uves dobles de las páginas web.

"Sobre todo en lo que insisto es en transmitir la cultura científica. Donde me muevo en ciencias no distinguimos entre cultura científica y cultura de letras, incluso nos molesta mucho esa apreciación. Para entender las cosas tienes que tener toda la cultura", explica Marisa Castiñeira, profesora del IES Rafael Dieste, quien admite que la ciencia "asusta" cuando no se entiende. "Si la comprendes, la ves más cercana. El CERN se preocupa mucho de que la gente entienda de ciencia, porque es muy peligroso no saber de ciencia, vivimos en un mundo altamente tecnificado", advierte. Castiñeira insiste en que la "masa crítica" debe saber de ciencia. "¿Queremos una central nuclear o no la queremos, nos gustan los transgénicos?, ¿por qué? Tenemos que tener un poco de criterio, una opinión basada en unos mínimos conocimientos", opina.

La Comisión Europea estima que en el campo científico e ingeniero habrá un déficit de 850.000 puestos de trabajo, entre 2017 y 2020, solo en la Unión Europea. La profesora del instituto coruñés asegura que en el centro hay "bastantes alumnos que se animan a cursar carreras de ciencias". La asignatura pendiente, según Castiñeira, es motivar a las estudiantes. "La mujer en ciencias sí se queda atrás, se animan menos las chicas", afirma.

Los tres profesores coruñeses -Marisa Castiñeira; Concepción Fernández (Centro Autonómico de Formación e Innovación); y Moisés López (Santa María del Mar)- y la gallega Cristina Penas (IES Plurilingüe Rosalía de Castro de Santiago) participaron en talleres para ampliar sus conocimientos en el campo de la física, ingeniería y computación. "Lo que más me llamó la atención fue la capacidad de cooperación e intercambio", explica la maestra del IES Rafael Dieste, al tiempo que describe el CERN, del que forman parte 22 estados miembros y nueve observadores, además de otros treinta países que colaboran con él. "Está todo abierto, puedes entrar y ver lo que quieras. En el comedor te sientas al lado de quien te deje sitio. Puede estar a un lado un premio Nobel y, al otro, el señor de la limpieza", asegura la bióloga, que también destaca "la grandeza de las máquinas". Entre los experimentos en los que participaron los docentes, les llamó la atención una cámara de niebla, en la que pudieron detectar las partículas de las radiaciones que todos los días nos llegan del sol.

Los profesores gallegos agradecieron la visita a la Organización Europea para la Investigación Nuclear al Programa Español para Profesores del CERN, que promueve estos cursos, y a la Fundación Aquae, que fue la que los becó para poder asistir.