El director del Plan Estratéxico de Turismo 2017-2020, Iñaki Gaztelumendi, defiende que la ciudad tiene que elegir cuáles de sus atributos promociona entre sus potenciales turistas, ya que asegura que no es posible intentar "venderlo todo". Asegura que, antes de que se acabe el año, ya se harán realidad algunas de las iniciativas propuestas en el plan.

- Siendo realistas, ¿cuántas de las más de 40 propuestas que tiene el plan se pueden realizar en lo que queda de este año y durante el siguiente?

-Hemos planteado prioridades, algunas que son más urgentes y otras que, por la repercusión que pueden tener en otras, es importante desarrollarlas, es por eso que hicimos una planificación de tiempo. Quedan cuatro años por delante y, aunque algunas medidas hay que acometerlas de inmediato, como resolver la marca, la página web o los soportes promocionales, hay otras que, por su complejidad y su contenido, van a necesitar un tiempo de maduración. En algunas, el objetivo de estos cuatro años es solo ponerlas en marcha.

- ¿Por ejemplo?

-Cuando hablamos de señalización turística, hay que hacer un estudio de qué hay que cambiar, cuál es el método adecuado... No hablamos solo de lo puramente físico sino de cómo a través de muchos sistemas podemos mejorar la señalización y la puesta en valor turística de la ciudad. Debería estar completada en un par de años.

- ¿Y cuáles hay que acometer de manera inmediata?

-En seis meses, la ciudad tendría que estar en posición de plantear su nueva imagen, su discurso en relación al sector turístico y dotarse de los instrumentos básicos para poder relacionarse con los públicos objetivos que tiene.

- ¿Este plan tiene que recibir el visto bueno del pleno para ponerse en marcha o puede empezar a aplicarse ya?

-Cada ciudad lo hace a su manera. Yo entiendo que, cuanto más consenso consiga, mejor, muchas de las medidas que vienen recogidas en el plan tendrán que someterse a aprobación en los organismos correspondientes.

- El PP ya criticó el documento diciendo que, aunque no lo ha visto, se habían pagado 52.000 euros para redactar un plan que dice que hay que seguir haciendo lo que ya se hacía con el PP, ¿es así?

-Yo creo que el plan introduce muchas cuestiones nuevas que no estaban en la agenda, al menos, nosotros no las hemos visto. El plan es el resultado de un trabajo de consenso, de conversaciones con el sector turístico. No voy a hacer un repaso, pero A Coruña estaba en una situación muy básica en cuanto a su modelo de desarrollo turístico, no es que no se haya hecho nada, pero había una demanda del sector de que se realizase un plan. Yo no he encontrado proyecto de cambio de la señaléctica turística en el Concello, por ejemplo. Sugiero que la gente entre en la web de Turismo y que diga si es necesaria o no una reformulación. A Coruña no tiene imagen en el sector turístico, le hemos preguntado, no a los operadores de la ciudad sino otros muchos, y todos tienen la idea de que, a pesar de que tiene una gran calidad de vida, A Coruña no está en su agenda.

- Uno de los puntos con el que es más crítico el plan es con el funcionamiento del Consorcio de Turismo y en el reparto del presupuesto, que se va en su mayoría a las aerolíneas, visto que quieren centrarse más en otro tipo de promoción de la ciudad, ¿en qué punto se quedan estas ayudas a las compañías aéreas?

-A Coruña no solo tiene un aeropuerto, tiene dos: Alvedro y Lavacolla, algo que no tienen otras ciudades, que es una ventaja desde el punto de vista de la accesibilidad. Planteamos que se rompan los esquemas de que la accesibilidad solo viene por el aeropuerto de A Coruña, las formas de llegar a la ciudad son más amplias. No está en nuestro ánimo ni proponemos que A Coruña desatienda su política de accesibilidad a través de acuerdos con aerolíneas. Nos parece fenomenal y ha resultado exitosa para el mantenimiento del aeropuerto. Lo que planteamos es no poner el foco en ellas y no confundir la dinámica del aeropuerto con la dinámica turística. Es una infraestructura que sirve al sector turístico pero también a otros, con lo cual es injusto que se cargue sobre este sector todo el peso. Si hay un vuelo de Santiago a Francfort, también podemos hacer promoción allí, porque solo nos separa media hora en coche de alquiler. No solo tenemos que promocionarnos en las ciudades con las que tenemos conexión directa en avión. En la letra pequeña del plan también se habla de la llegada del AVE y de que se agilice su llegada.

- En el caso de los tres aeropuertos gallegos, la cooperación en lugar de la competición siempre estuvo encima de la mesa, pero nunca se consigue...

-Me da la sensación de que desde hace un tiempo hay un cierto cambio, no hay el enfrentamiento del pasado. Entre A Coruña y Santiago hay ya un ambiente más relajado. Hay que buscar el equilibrio entre cooperación y competición.

- Hay proyectos que dependen del Concello pero otros que requieren la participación de otras entidades, por ejemplo, la intervención en la antigua prisión provincial o que el Museo de la Emigración se instale en el edificio La Terraza, ocupado por RTVE.

-Lo propusimos porque es un edificio emblemático en el puerto, pero el Concello apuesta más por un edificio nuevo. La base del turismo es la transversalidad, el Ayuntamiento puede hacer un plan que sea solo suyo, pero tendrá poco éxito. La Administración llega solo hasta un nivel, el desarrollo de las acciones tienen que hacerlo otras administraciones y el sector privado. Todos los agentes con los que hemos trabajado han valorado el esfuerzo realizado para que no fuese un plan municipal y que se buscasen lugares de consenso. Lo lógico es que los redactores del plan no estemos de acuerdo al 100% con el texto.

- Hay intereses diferentes, por ejemplo, con la participación de comerciantes y vecinos.

-Si alguien estuviese de acuerdo al 100% sería un plan de parte. Todos han cedido en beneficio de un bien común.

- El turismo que A Coruña pretende atraer es del de jóvenes familias, que busquen experiencias, el llamado cool, ¿corre el riesgo la ciudad de pasarse de postureo por llegar a ese público?

-Una de las tendencias actuales es que los visitantes de destinos urbanos buscan experiencias auténticas, es un momento confuso porque todo es global, pero el viajero cada vez busca más elementos conectados con la cultura local. No le pedimos a A Coruña que cambie su manera de hacer las cosas sino que lo que decimos es que ahora mismo tiene en su estructura un conjunto de atributos (tiendas, gastronomía, locales...) muy interesantes para un determinado tipo de turistas. Este público tiene que saber qué está ocurriendo en A Coruña. Hay un grupo de potenciales visitantes que, si conociesen lo que está pasando en A Coruña, estaría en su lista de viajes a hacer en los próximos años.

- Y es más barata, ¿no?

-Desaconsejamos decir como atributo de una ciudad que es barata, pero el valor por el coste es extraordinario y tiene que poner en valor eso.

- Hablan del turismo musical, pero se centran en el pop, cuando A Coruña tiene también a la Orquesta Sinfónica de Galicia, ¿no la consideran un activo?

-El problema es que tenemos que elegir. No podemos usarlo todo. Hay que seleccionar muy bien porque la gente no se cree que en tu ciudad esté lo mejor de todo.

- Pero la ciudad tiene a Xoel López y a la Sinfónica.

-Elegimos, pero eso no quiere decir que ocultemos lo que hace la Sinfónica. Ya me gustaría a mí que los instrumentos promocionales de A Coruña publicitasen lo que hace la Sinfónica, pero no lo hacen. Nadie sabe qué está pasando en la extraordinaria vida cultural de A Coruña fuera de la ciudad. Pasa lo mismo con la gastronomía, potenciamos el concepto canalla de Coruña Cociña, pero eso no significa que no existan buenos restaurantes de comida tradicional. Si tenemos buenos soportes de promoción somos capaces de reflejar la variedad, pero tenemos que concentrarnos en el público objetivo. El "tengo de todo" ya no funciona, hay que especializarse.