El Ayuntamiento puso en marcha en mayo el proceso para adquirir pisos y edificios con los que ampliar el parque municipal de viviendas y destinarlos mediante concurso y en régimen de alquiler a vecinos con dificultades para acceder a una residencia. Desde mediados de junio los propietarios de inmuebles y pisos tienen un plazo de dos meses para presentar ofertas al Concello. Transcurrido un mes, el área de Rexeneración Urbana no ha recibido propuestas firmes de ningún propietario de estas viviendas, aunque sí consultas y "muchas llamadas de personas interesadas", según reconoció ayer el concejal de este departamento municipal, Xiao Varela. El plazo para comunicar ofertas concluirá en apenas un mes, el 14 de agosto.

La previsión de que el proceso sea un éxito, como apunta el edil, anima al Gobierno de Marea a darle a este plan una "vocación de continuidad" para aplicarlo también el próximo año. La evolución del procedimiento durante su recorrido de ofertas a la administración local en este ejercicio, para el que el presupuesto reserva una partida de 1,26 millones de euros, condicionará la etapa siguiente, matiza Varela. El Ayuntamiento desea materializar la compra en la segunda mitad de este año.

Técnicos municipales patean las calles de la ciudad y contactan con inmobiliarias permanentemente para tener controlado el mercado potencial de pisos y edificios que podrían pasar a ser del Concello para que este los dedique a alquiler social. Lo que le interesa son viviendas unifamiliares nuevas o usadas o edificios que se encuentran en estado ruinoso, pero no solares sin edificar.

Cuando el plan arrancó, Varela avanzó que el Concello se daría por satisfecho si conseguía incorporar dos inmuebles y diez pisos al parque municipal de vivienda. Ayer evitó dar estimaciones ya que el resultado de la iniciativa dependerá de lo que los propietarios lleguen a ofertar. El concejal recordó que el precio máximo por el que pagaría la administración local será de 1.700 euros el metro cuadrado.

Una vez que el Ayuntamiento cuente con nuevas viviendas las adjudicará a través de un concurso público principalmente a quienes hayan sido desalojadas o carezcan de ingresos para acceder a un piso de forma normal. Esos pisos o edificios deberán estar libres de cargas y gravámenes. Las viviendas tendrán una superficie mínima de 35 metros cuadrados -50 en los pisos de los inmuebles adquiridos- y de 80 si tienen más de tres dormitorios. Sobre las construcciones en estado de abandono el Concello iniciará proyectos de rehabilitación y de mantenimiento de los pisos.

El Gobierno local diseñó este año otro plan para fomentar el alquiler de pisos cedidos por dueños a través de Emvsa, que el consejo de administración de la empresa municipal de vivienda tumbó. Varela comentó ayer que el Concello prevé "aprobarlo por otras vías".