"Nervioso". Así confesaba sentirse Juan García unas horas antes del lanzamiento del globo de papel de Os Castros. El creador del aerostato, que estaba previsto lanzar ayer a medianoche como final de fiesta, reconoce que el momento del izado del aerostato es "especial" para él y sus compañeros, que llevan dos décadas realizando y decorando este elemento. Este año, se ha pintado con "rombos de colores y referencias a la comisión de fiestas". "Pero lo interesante no es lo que ponga, sino que el globo suba", apunta García.

"El año pasado, me encontré a un grafitero bajo un puente en la vía ártabra. Le propuse un trato, que yo le pagaba las pinturas y él pintaba el globo como le diese la gana", recuerda Juan. Lamentablemente, le fue imposible contactar con el joven, que además es vecino de Os Castros. "No me cogió el teléfono. Una pena porque me parece una idea original", dice, aunque no pierde la esperanza para las próximas fiestas.

Considera que "cada año es más difícil" ponerse en medio de la plaza para preparar el lanzamiento, sobre todo tras lo ocurrido el año pasado, cuando el aerostato ardió nada más comenzar a elevarse. "Hay cosas que no se saben por qué suceden y no sé cómo se lio la persona que estaba arriba y no soltó la cuerda. La suerte fue que no le cayó a nadie", comenta aliviado y añade: "Cada año intentamos hacerlo mejor".