Un fallo en el lanzamiento del globo con el que se cierran las fiestas de Os Castros estuvo a punto de causar una desgracia el año pasado. Por eso, cuando el lunes volvió a celebrarse este popular acontecimiento, los vecinos aplaudieron con intensidad los esfuerzos del artesano que lo confecciona y lanza, que hubo de intentar llenarlo de aire caliente dos veces al agotarse la primera el combustible que se emplea en la operación.