Un hombre de 42 años fue condenado a dos años y ocho meses sin carné y a un año de prisión, que no cumplirá con la condición de que no vuelva a delinquir durante los dos próximos años, por conducir ebrio -quintuplicó la tasa permitida- y colisionar contra tres coches durante la madrugada del 13 de noviembre de 2011. Por el primer accidente, que sucedió dos horas antes que los otros dos, se siguió un procedimiento judicial aparte. En ese caso también fue sometido a las pruebas de alcoholemia por la Policía Local y arrojó un resultado positivo. Después de ese choque, volvió a consumir bebidas alcohólicas y a subirse al automóvil. Dos horas más tarde, sobre las dos de la madrugada, circuló unos 900 metros, desde la intersección de la avenida Gran Canaria con la ronda de Outeiro, "de forma negligente e irregular, omitiendo las más elementales normas de circulación, saliéndose de la vía, provocando raspados y colisionando contra obstáculos fijos", según relata el juez en la sentencia.

Al llegar a Os Rosales perdió el control y se subió a una acera, maniobra que repitió en las inmediaciones del cementerio de San Pedro de Visma. Al incorporarse a la calzada invadió un carril de circulación y obligó al conductor de otro turismo a realizar una maniobra evasiva. Aún así, le alcanzó el espejo retrovisor. Al seguir la marcha colisionó contra un contenedor de vidrio y con un segundo coche. Tres de sus ocupantes resultaron heridos, uno de ellos permaneció hospitalizado 16 días porque se fracturó el fémur derecho. El procesado, que se caía cuando bajó del automóvil, arrojó un resultado de 1,22 y 1,27 en los test de alcohol.