El pleno municipal aprobó esta mañana una modificación del presupuesto de este año por valor de 3,6 millones de euros que incorpora los beneficios de la empresa municipal de aguas, Emalcsa. La iniciativa contó solo con el respaldo de Marea Atlántica y el PSOE, ya que el BNG, que eligió el destino de partidas por valor de casi un millón de euros, decidió abstenerse al incluir el Gobierno local gastos para fiestas y para la redacción del pliego de condiciones de un concurso para adjudicar el servicio de transporte público, mientras que el PP votó en contra.

Marea había pactado con los socialistas que determinasen el destino de 1,1 millones de euros procedentes de los dividendos de Emalcsa, mientras que el BNG incorporaría casi un millón tras el acuerdo que había alcanzado con el Gobierno local durante la negociación del presupuesto, que no pudo llevarse a la práctica por la aprobación del proyecto mediante una cuestión de confianza.

Para la portavoz nacionalista, Avia Veira, la partida de 17.000 euros para licitar el contrato del transporte público supone una "auténtica decepción por las renuncias que implica", ya que entiende que Marea descarta municipalizar el servicio de autobús urbano. La jefa de filas del PP, Rosa Gallego, rechazó apoyar la modificación presupuestaria por destinar el gasto a fiestas y no incluir subvenciones a colectivos sociales que reclamó su formación, al tiempo que acusó a BNG y PSOE de dar "un cheque en blanco" al Gobierno local.

El concejal de Culturas, José Manuel Sande, explicó que el dinero destinado al Instituto Municipal Coruña Espectáculos no solo es para fiestas, sino también para los recintos culturales del Concello. A las críticas del PP sobre el gasto en fiestas, Sande replicó que ese partido dedicó un promedio de 7 millones al año a estos fines durante su mandato.

El pleno desestimó además las tres enmiendas presentadas por el PP a esta modificación, que no fueron apoyadas por ningún grupo. El portavoz del PSOE, José Manuel García, las calificó de "no buenas para la política", criticó que contengan "incorrecciones" y que fueran redactadas con un "espíritu torticero".

Marea Atlántica tuvo que recurrir al voto de calidad del alcalde para sacar adelante el pago de facturas sin respaldo presupuestario por valor de 1,8 millones de euros, entre ellas las de gastos de la planta de basuras de Nostián, el servicio de mantenimiento de jardines y la gestión de las bibliotecas públicas. PSOE y BNG decidieron abstenerse en este punto al reprochar al Gobierno local su gestión económica, mientras que el PP votó en contra, lo que derivó en un empate con Marea que deshizo Xulio Ferreiro en una segunda votación.

"No vamos a ser cómplices", manifestó Rosa Gallego para justificar su rechazo a esta operación, al tiempo que anunciaba que el año que viene habrá que pagar de este modo diez millones de euros al estar sin contrato el servicio de recogida de basuras. La concejal de Facenda, Eugenia Vieito, recordó que en el último año de mandato del PP aprobó el pago de 3,9 millones para gastos que tampoco tenían consignación presupuestaria.

El pleno aprobó también de forma definitiva una modificación del plan general para convertir la antigua cafetería Remanso en un centro municipal, punto en el que el PP votó en contra al haberse anulado el proyecto que elaboró en su mandato y reducir de forma significativa la inversión prevista.

En lo que hubo unanimidad fue en la aprobación del estudio de detalle necesario para construir el colegio de Novo Mesoiro, aunque el PP y el resto de los grupos se enzarzaron en una polémica sobre la actitud de la Xunta ante la demanda vecinal de un centro que oferte Primaria y Secundaria, ya que solo ofertará la primera de esas enseñanzas.