Ocho de cada diez perceptores de la renta social que concede el Ayuntamiento desde el pasado 30 de septiembre reciben formación para superar la situación de precariedad en la que viven, según datos municipales. Con una prestación media de 456 euros, aquellos que reciben esta ayuda deben seguir un itinerario marcado por el Concello para cumplir sus objetivos de mejora y evitar la suspensión de la misma.

La mayoría de los beneficiarios, un 86,79%, recibe instrucciones para enriquecer su formación. Para ello, el programa ofrece estudios asociados a la adquisición de competencias básicas y lingüísticas. Con estos conocimientos, el Concello pretende preparar a los perceptores de la renta social para que superen la complicada situación en la que viven y que les ha llevado a solicitar la prestación municipal.

De los 134 itinerarios de inclusión activa que controla el Ayuntamiento, 90 están vinculados a una situación de desempleo y por ello los beneficiarios necesitan adquirir aptitudes laborales para un futuro. Según los datos del Gobierno local, hasta el momento cuatro personas que han recibido la renta social han conseguido encontrar un trabajo.

Tras los que reciben formación, se encuentran aquellos que, a través de diversos tipos de actividades, tratan de mejorar su integración social. Un 5,66% de los beneficiarios se une a grupos de voluntariado o asociaciones.

Con estos seguimientos, que son de periodicidad variable en función del itinerario de cada persona, el objetivo del Concello es que los usuarios se impliquen activamente en la consecución de los retos establecidos una vez se concede la renta social. Aunque los itinerarios no se centran solo en la formación y la integración social de los beneficiarios, sino que también se desarrollan acciones para recuperar y mantener la salud. A este apartado pertenece un 4,72% del total de los itinerarios que controla el Ayuntamiento, que ya ha recibido 133 solicitudes de renta social que cuentan con un informe positivo por parte de los técnicos municipales, por lo que serán concedidas próximamente.

El 2,83% restante combina actividades de recuperación de salud e integración social. Los beneficiarios pertenecientes a este grupo, además de unirse a grupos de voluntariado o asociaciones para desarrollar sus capacidades sociales, también siguen tratamientos de desintoxicación o se someten a controles sanitarios para conocer su evolución.