Como una palabra más, así, sin mayúsculas ni peleas por el artículo, coruña aparece en el diccionario de la Real Academia Española, dando nombre a un tipo de tejido que se fabricaba en la ciudad y del que actualmente poco o casi nada se sabe. No es el único topónimo utilizado para bautizar una clase de género, entre adjetivos y sustantivos en negrita están también vivero, allariz y santiago, palabras que dan nombre a unas telas que se hacían en estos lugares y que todavía conservan un hueco en el diccionario.

El Nuevo Tesoro Lexicográfico, de la Real Academia Española revela que coruña -así sin mayúscula- entró por primera vez en el diccionario en 1817. Su definición era muy parecida a la que, actualmente, conserva: "Tela común de lienzo, que tomó su nombre de la ciudad en la que se fabrica".

La Real Fábrica de Mantelería de A Coruña abrió sus puertas en 1685, puede que la palabra tenga relación con los tejidos que ahí se manufacturaban, aunque en ninguna de las ediciones posteriores del diccionario se hace referencia a cómo era tal tejido ni a sus características.

Pero, ¿por qué sigue la entrada en el diccionario si, a todas luces, ya nadie utiliza la palabra coruña como sinónimo de lienzo? El catedrático de Lengua española y académico correspondiente de la Real Academia Española, desde su despacho de la Universidade da Coruña José Ignacio Pérez Pascual explica que nadie la ha retirado del listado de lemas porque, en estos casos, se defiende que las personas que encuentren esta palabra en un texto histórico tengan la oportunidad de consultar en el diccionario su significado.

Y es que, hay algunas referencias, no muchas, de esta palabra en textos del siglo XIX. "Que los lienzos de Santiago llamados coruñas y las lorenzanas anchas han de tener y mantener después de fabricadas en blanco una vara de ancho", dicen las Memorias Políticas y Económicas sobre los Frutos, Comercio, Fábricas y Minas de España, en su tomo 45 sobre fábricas de sombreros, lienzos y metales del Reyno de Galicia. Manuel Bretón de los Herreros también recoge en alguno de sus textos poéticos la palabra coruña como sinónimo de lienzo.

"Su índole dañina acaso ablanda/ quien con lana se abriga de vicuña;/ leyes impone la costosa holanda/ que excusan el vivero y la coruña./ No ha de votar quien cruza ilustre banda cual rudo mayoral de Cataluña;/ Y al fin si peca un hombre de importancia,/ Es siempre con decoro y elegancia"·

Descifrar cómo era esta tela fue un empeño no solo de la Real Academia Española sino también de otros redactores de diccionarios. En el volumen de Castro y Rossi, de 1852, consta como una "tela de lienzo común". En la obra de Zerolo, de 1895, se afirma que es una tela "de hilo", una idea que se repite en Toro y Gómez, que completa la definición con un: "cierta tela común de hilo". El diccionario de Salvá de 1846 comparte la misma descripción del diccionario de 1815. A pesar de que la palabra coruña entró en 1817 en el diccionario, ya en ediciones anteriores se hacía referencia a este tipo de tejido, aunque no se podía buscar directamente en el catálogo de palabras. En el Diccionario de Autoridades, de 1726, se hace referencia a la ciudad en la entrada blanquería, una palabra relacionada también con los tejidos y las telas, quizá también con la actividad de la Real Fábrica de Mantelería. " Voz peculiár de la Corúña, donde llaman assi à ciertos prados de césped siempre verde, cruzados de vários canáles de agua, donde se blanquéan las telas de lienzo. Es tomada del Francés Blancheríe, que significa esto mismo", especifica el diccionario.

El primer testimonio del que se tiene constancia de la palabra coruña como un tipo de tejido es, sin embargo, en la segunda edición del Diccionario de Autoridades (1770) en él se recogen las "Ordenanzas que han de observar los cinco gremios mayores de la villa de Madrid, de 1741 y se especifican algunos de los géneros, que reciben su nombre de las localidades en las que se realizaban. "De todos los géneros de lienzos.... como son santiagos, coruñas, arocas, allarices", dice el texto. Ya para entonces, existía el tejido bautizado como coruña.