La sede del BNG, situada en la calle Damas en la Ciudad Vieja, sufrió la noche del domingo un ataque vandálico. El mural instalado en la fachada de la entrada, en el que se podía ver la torre de hércules con una estrella roja por encima del faro, fue dañado de "forma definitiva e irreparable", según fuentes nacionalistas. La obra sobre cartón-pluma, realizada por Felipe Senén López, fue cubierta totalmente de pintura negra, eliminando todo rastro del monumento que fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Además del dibujo de la Torre, en el mural se podía leer la frase "A Cruña ten que ser un faro prá Galiza".

"Este ataque, que se suma a otros que están ocurriendo en otras partes de Galicia, requirió de una planificación detallada e intencionada. Si su objetivo es asustarnos, nunca tan lejos cumplirá su intención, reforzando nuestro ideario y nuestra práctica diaria", informó el BNG a través de un comunicado, asegurando que no se trata de un acto improvisado. Con este manifiesto, denuncia el destrozo de un mural con mucho significado para los nacionalistas.