La memoria climática es una de las más frágiles que existen, ya que es habitual olvidar las condiciones atmosféricas existentes de un año para otro. Por eso, al terminar un mes como el pasado julio surgen comentarios como los que aluden a que ha sido malo para disfrutar del verano, aunque sin tener en cuenta los datos precisos para hacer ese juicio.

Y es que un repaso a las estadísticas meteorológicas de los últimos diez años en A Coruña deja en mal lugar a los que hablan de un julio nefasto. Las temperaturas, las precipitaciones y el viento registrados reflejan que no fue un mes con mal tiempo en comparación con los anteriores, por lo que la explicación para la percepción generalizada de que no fue apto para la playa debe estar en que, a pesar del calor, las nubes estropearon en muchos casos los planes para ponerse el bañador, ya que sí es cierto que hubo bastantes días nublados.

De acuerdo con los registros de MeteoGalicia para la estación que posee en el dique de abrigo, a lo largo del pasado mes solo llovió en cuatro días, la misma cifra que en 2013 y solo rebajada por 2016, año en que solo hubo una jornada con precipitaciones. Nada que ver con 2008 y 2009, en los que hubo lluvias en trece días.

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Si se tiene en cuenta la cantidad de agua caída, este año fue el tercero de la década en volumen de precipitaciones, con 5 litros por metro cuadrado, a gran distancia de los 52,6 registrados en 2009 y de los 46,6 de 2014 pese a que solo hubo 7 días de lluvia, por lo que debieron ser especialmente intensas. El julio del año pasado fue un mes especialmente seco, ya que solo llovió un día y apenas se recogieron 0,2 litros por metro cuadrado.

La temperatura media de julio fue de 18,6 grados, la más alta de los últimos diez años, aunque las diferencias son mínimas entre uno y otro, hasta el punto de que el mes con una media más baja fue el de 2011 con 17,2 grados. Si se examina la media de las temperaturas máximas alcanzadas en julio, el de este año es el tercero del decenio, con 20,7 grados, solo superado por los 21,9 de 2013 y los 20,9 de 2015. Y la comparación también es positiva para el recién terminado julio al revisar la media de las mínimas, ya que los 16,5 grados registrados este año es la más elevada del periodo analizado, aunque nuevamente las oscilaciones son muy reducidas, ya que el mes con la media más baja fue el de 2012 con 15,1 grados.

Tampoco se puede aludir a un viento excesivo para justificar que este julio haya sido poco playero, puesto que los 15,8 kilómetros por hora contabilizados como velocidad media son la cuarta cifra más baja en este parámetro desde 2008, cuando en 2015 se alcanzaron los 26,9, mientras que los 10,6 kilómetros por hora de 2013 fueron el registro más bajo del decenio.