Cespa mantiene silencio. La adjudicataria de la recogida de la basura, también de la limpieza viaria, no se ha pronunciado sobre el conflicto que le impedirá ofrecer con normalidad el servicio que tiene contratado con el Concello. La empresa del grupo Ferrovial, presidida por Rafael del Pino, tiene en sus manos desde hace medio siglo la concesión de la basura, expirada desde enero. El Concello se encuentra en proceso de redacción de los pliegos para un concurso que podría acabar con un cambio de la empresa que gestiona esta suculenta externalización municipal, de más de diez millones de euros anuales.

En las recurrentes huelgas derivadas de negociaciones de convenios o reivindicaciones laborales que afectaban a su plantilla, Cespa solía posicionarse públicamente, normalmente para poner en cuestión las reivindicaciones de los trabajadores y las motivaciones de los paros que se fueron sucediendo a lo largo de los años en su seno. También lo hizo cuando se convocó la huelga en Nostián en 2013, en la que los trabajadores de la recogida secundaron a la plantilla de la planta de reciclaje. Ahora, con demandas dirigidas directamente al Concello por parte de los trabajadores, la concesionaria se mantiene por el momento al margen y opta, a pesar de los requerimientos para conocer su postura, por mantenerse en silencio.

Cespa es una de las grandes empresas del sector servicios en el Estado, con FCC y Urbaser (concesionaria de Nostián y ahora en manos de un grupo chino). Su concesión procede de 1967. Realmente fue adjudicada a Ferogasa (posteriormente Ferroser), firma adquirida posteriormente por Ferrovial. En 2003, este grupo -con contratos en autopistas, aeropuertos y construcción- se hacía con el control de Cespa frente a otros candidatos como Acciona. Así, un año después, integraba el contrato de A Coruña en la nueva firma adquirida, al igual que hizo con las adjudicaciones del ramo que ostentaba. Actualmente, ofrece servicios en 800 municipios de España, con una cuota de mercado del 15%, según sus propios cálculos.